Benedicto XVI y su encuentro con el Perú

Una semana de intensa actividad vivió en el Perú Joseph Ratzinger, entonces cardenal y Prefecto de la Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe. Una invitación de los obispos peruanos logró que el cardenal alemán llegara al aeropuerto Jorge Chávez un viernes 18 de julio de 1986. En Huellas Digitales recordamos el paso de este hombre sencillo que años más tarde se convertiría en el Papa Benedicto XVI.

Su primera reunión fue con el presidente Alan García Pérez, quien cumplía su primer año en el poder, y con el canciller Allan Wagner.

En el patio de honor de Palacio de Gobierno recibió el reconocimiento del Regimiento Escolta de la Presidencia Mariscal Nieto. Los himnos del Vaticano y del Perú fueron interpretados por la banda de la Guardia Republicana.

Acompañado por García Pérez, visitó la Catedral de Lima donde fue recibido por el cardenal Juan Landázuri Ricketts. Allí recorrió el Museo de Arte Religioso y se dio un tiempo para orar en el altar mayor.
Al día siguiente Ratzinger recibió, de manos del cardenal Landázuri, el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad Pontificia y Civil de Teología de la Universidad Católica.

Luego dictó una conferencia sobre aspectos antropológicos de la instrucción sobre “Libertad Cristiana y Liberación”. En su discurso recalcó: “La educación tiene un aspecto social a los que se alude la instrucción bajo los conceptos de cultura y trabajo, porque la libertad no se basa en el ocio”.

Ratzinger visitó Villa El Salvador y Villa María del Triunfo donde celebró una misa. También recorrió el Santuario de Santa Rosa de Lima y cumplió con la tradición de dejar una carta en el pozo de los deseos. Además, trajo la bendición del Papa Juan Pablo II para todos los peruanos.

El 22 de julio viajó al Cusco invitado por su amigo, el monseñor Alcides Mendoza Castro. Allí recorrió las principales iglesias cusqueñas y celebró una misa en la Diócesis de la ciudad. Luego recorrió la ciudadela de Machu Picchu.

A cada paso de su recorrido, el entonces cardenal demostró sencillez y humildad. Antes de partir declaró a la prensa: “Estoy muy contento, porque he tenido la oportunidad de encontrarme con el pueblo peruano, de apreciar la cultura de este país”.

(Lili Córdova Tábori)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio

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