Cuando la realidad rompe la negación
Los primeros recuerdos de la vida de un periodista siempre suelen ser confusos. La emoción de las primeras comisiones, la adrenalina de los primeros textos y la ansiedad de ganar primicias hace que aquellos días –cuando uno gira la vista- se vean confusos. Aún así algunas ideas se aferran con el tiempo. De las pocas que me quedan, de aquellas primeras comisiones, son la pregunta recurrente que hacía en mis primeras entrevistas de personaje a los pilotos: ¿no tienes miedo a morir? Tras años de seguir el automovilismo como aficionado, al lado del camino, cuando tuve la oportunidad de hablar a profundidad con los pilotos me obsesionaba entender cómo eran capaces de adormecer el miedo de no estamparse en la ruta para dejarse llevarse por el acelerador.
Le pregunté sobre el miedo a la muerte a Ferreyros cuando corría a Mundial, a Dibos en Caminos del Inca, a Jochamowitz en el Superprime de La Herradura, a Juan Manuel Polar en Donington disputando la Fórmula Renault inglesa, a Raúl Orlandini en un Premio Presidente, a Francisco Barco en un rally Huancayo, a Richard Burns en el Rally Nueva Zelanda, a Colin McRae, Travis Pastrana y Didier Auriol en el rally Argentina, a Gabriel Pozo en Chile. Desde Jorge Koechlin hasta Max Bromberg. Desde Henry Bradley hasta Paolo Zani.
Las respuestas siempre eran las mismas: no lo pienso. Y si. Los pilotos viven en negación, saben que correr es ilógico, que tentar a la suerte constantemente deja abierta la posibilidad que un día el azar te brinde un tortazo. No es broma que los pilotos solteros corren más rápido que cuando son casados. No es casualidad que cuando un piloto tiene un hijo se vuelve más cauto. No menos efectivo simplemente más prudente. Los pilotos ignoran la muerte “porque si pensamos en eso simplemente no podríamos ni prender el auto” (Jochamowitz dixit).
Sin embargo también he visto la cara de los pilotos cuando se han enterado de la muerte de un compañero. Las vi en la llegada de Caminos del Inca, en Miraflores, cuando Esteban Quispitupa perdió la vida en esa dolorosa última etapa. He estado cuando Francisco Barco vio por primera vez, en Huancayo, las imágenes del despiste que protagonizó minutos antes y que hoy poniendo play sigue escarapelándonos. Jules Bianchi hace una semana quebró la negación de la Fórmula Uno.
De vez en cuando sucede.