La historia de Dionisio
Dionisio S. era un asistente disciplinado al taller. Hoy supe de su muerte en Bonn, a donde fue a parar por una maestría en literatura alemana. Quería ser Goethe y por el escritor aprendió alemán.
Nunca se emocionó tanto como aquella vez que conoció “La divina comedia” y la persistencia ultramundana de Dante por amar a Beatríz. Decía el buen Dionisio que si una mujer pretendía ser inmortal debía casarse con un escritor. Y eso fue lo que precisamente le dijo a Mariana (la llamaremos así) cuando trató de persuadirla para que aceptara su amor. Ella lo aceptó y lo siguió en el reto de convertirse en poeta. Ella fue su musa constante.
Un día Dionisio se abrió a la opción de la libertad, huyó tras una dama a la que no amó y tras otra y otra más. Mariana lo odió y lo odió más cuando él le confesó que ser presa de un amor era una jaula y que mientras la amara ella regiría sobre él. Fue por aquel tiempo que el gran poeta en ciernes abandonó la poesía. Abrazó el materialismo.
Mariana, que era una mujer fina para la venganza la dio por seguir los pasos de la Storni en “Romance de la venganza” (De ocre, 1925), sí, todo revólver se hacía inútil. Un par de labios o unos ojos fijos pueden más, sobrepasan el poder del cañón:
“No lo maté con armas.
Le di una muerte peor:
Lo besé tan dulcemente
que le partí el corazón”.
Han pasado los años, breves, pero lejanos en la memoria. Sé que ella se esmeró y que con sabiduría logró que Dionisio se enamorara de verdad y sin reserva. Él enloqueció por ella y esa fue su venganza, fiera y tortuosa.
Por si lo han pensado, el buen amigo no se voló la tapa de los sesos. No fue a mano propia ni en aras del amor. Él hubiera querido, pese a todo, seguir viviendo para ese amor, tirano jugador, tantas veces enloquecido y tantas veces esquivo.
Tan inexplicables e incomprensibles son, en ocasiones, las expiaciones de los hombres. No tuve tiempo para reunirme con Dionisio, como habíamos planeado. Él tan entusiasta y embravecido por su amada ¿Qué cómo la amó así, con tal intensidad? ¿Cuál fue la estrategia de Mariana? Las claves las dejo en el dominio de la imaginación de cada lector.