El valor de la verdad
Cuando me empapé de Ghandi hace muchos años, profundicé en el Satyagraha, que es el amor a la verdad o el encuentro con Dios a través de la verdad. Asumí que no existen verdades a medias que tengan valor y que la sinceridad es un atributo de la libertad. O más precisamente: “La verdad te hace libre y la libertad te hace digno”. Recuerdalo a menudo.
Quizás por esa razón Ghandi es un modelo. El pequeño abogado transformó su vida al leer a Ruskin y fue tras aquella lectura y algunas malas experiencias que descubrió el valor de la verdad. Suena a programa de televisión, aunque en la caja boba la verdad suena más a escándalo, ruido, revelación suicida ¿Tendría que ser así? ¿Se ha imaginado si de pronto experimenta con la verdad radical? ¿Y si todos lo hicieran? ¿Podría sumar el número de ruinas, divorcios, enemistades, golpizas y dispersiones que se sucederían?
En lo particular suelo ejercitar la sinceridad, aunque no es un asunto fácil cuando se es sobresaltado por alguna emoción poco propicia. Sin embargo, aunque socialmente no es lo saludable, espiritualmente sí lo es. Buscando las razones por las que la gente miente reparé que en mucho hay de ventajas que se pretende obtener. Muchos mienten por lograr el atajo o entrar por la puerta falsa, otros por no herir y los más o los menos por temor. En un mundo angélico la mentira sería innecesaria porque la tolerancia sería ley natural.
Siempre he creído en la libertad y como servidor y amante de esta, siempre hice mía la frase del muralista mexicano, José Clemente Orozco: “No importan las equivocaciones ni las exageraciones. Lo que vale es el valor de pensar en voz alta, decir las cosas tal como se sienten en el momento en que se dicen. Ser lo suficientemente temerario para proclamar lo que uno cree que es la verdad”.
Mientras veía algunos videos del programa de Beto Ortíz, me entusiasmaba pensando en eso, sí, precisamente en el intangible e insobornable “valor de la verdad” ¿Algún día propiciaremos una ley que fuerce a los políticos a pasar por el polígrafo? Al menos así, el voto sería plenamente informado, salvo mejor parecer.
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