Ni en la cancha ni fuera de ella
Difícil hacer un análisis sobre un partido que se desnaturalizó con dos expulsiones en el primer tiempo, más aun si una de ellas -la de Fano- fue injusta. Dadas las circunstancias, la crema rescató un buen punto de Iquitos. Hay, sin embargo, otros temas que no deberíamos soslayar: el sponsor se mantiene en la nebulosa, los sueldos de enero siguen sin pagarse y el último viernes el club estuvo a punto de ser protagonista de una tragedia.Se puede discutir si Chemo hizo bien en sacar a Toñito tan temprano para rearmar la defensa -me parece que tal como venía arbitrando Haro, supuso que la siguiente roja iba a ser para Gonzales- o si el Negro pudo hacer algo más en la jugada del penal (para mi gusto calculó mal y no le quedó otra que cometer la falta), pero reconozcamos que con 9 en la cancha el equipo se paró bien y estuvo más cerca de marcar el segundo que los charapas de señalar el empate.
El error es que teniendo una plantilla tan experimentada se caiga en el juego de árbitros tan poco criteriosos como el que nos tocó el sábado. Dejando de lado la roja a Revoredo -que, al parecer, estuvo justificada-, por lo que veíamos sobre el sintético, Fano era candidato seguro para seguirle los pasos. No niego que lo botaron por una acción que ni siquiera merecía una amarilla, pero tal como venía la mano, se imponía bajarle el ritmo a las revoluciones para impedir un desenlace perjudicial para el equipo.
De la dupla Vitti-Morel no puede decirse mucho. Individualmente, Pablo, otra vez, mostró ser un jugador hecho para vestirse de crema: pundonoroso, trabajador, aguerrido y claro con la pelota en los pies; Morel, por su parte, no tuvo oportunidad de lucirse, aunque en el complemento soltó un hermoso pase de zurda que estuvo cerca de convertirse en gol.
El resto estuvo en lo suyo, en particular, Llontop. Ágil, maduro, inteligente y rápido, no tengo ningún reparo en afirmar que Lucho cada día tapa mejor.
Respecto al show que hizo Chemo al invadir la cancha, quiero entenderlo como una forma de bajarle el ritmo al CNI, meterle presión al juez y, de paso, calmar a su propio plantel. Sea lo que fuera, creo que su acción fue desproporcionada y pudo encender aún más los ánimos, lo que habría traído mayores problemas.
LE QUEDA GRANDE
Semanas atrás escribí un post que a muchos no les gustó. Dije que a Julio Pacheco le estaba quedando grande el club. A la luz de los últimos acontecimientos, no puedo más que reafirmarme. Universitario sigue sin tener un auspiciador principal y si mantiene el logotipo del Grupo Santo Domingo sobre el pecho es por la inversión que realizó dicha entidad el año pasado. Al momento de escribir estas líneas el plantel no había cobrado el mes de enero y el último sábado, como todos sabemos, el Monumental fue escenario de un lamentable accidente que, por suerte, no dejó víctimas fatales.
Frente a situaciones difíciles, la grandeza de los hombres y las instituciones se antepone. En lugar de ello, en los últimos días hemos asistido a un penoso espectáculo protagonizado por socios y directivos, repleto de verdades a medias, sin que ninguno asuma con valentía su responsabilidad ante lo sucedido.
¿Qué empresa de prestigio va a querer asociar su marca a un club que se maneja de manera tan informal?
Insisto: creo que directivos, socios y un buen grupo de hinchas no han calibrado aún la delicada situación institucional en que se encuentra Universitario. Si no se empieza a trabajar con seriedad y profesionalismo, el club puede irse al diablo en un dos por tres.
Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.
P.D. Comparto con ustedes un artículo que publiqué hoy lunes en la página de Opinión de El Comercio. Se llama De Utopía al Monumental. Pueden leerlo aquí.
No olviden que a lo largo de la semana, y durante los partidos, suelo tuitear información del club o intercambiar opiniones en las siguientes cuentas: @tcrema y @orbisa35