Parece que te vas
En el mundo del fútbol el respaldo de una directiva a un técnico es sinónimo de despido. Así que Chemo bien puede ir empezando a empacar sus cosas. No tiene muchos puntos a favor: al flojo desempeño del equipo, le ha sumado su pérdida de autoridad sobre el plantel -que convirtió una protesta legitima en una afrenta contra la institución- y una lamentable confusión de roles que ahondó más una crisis que pudo solucionarse de otra manera.El último fin de semana los rumores de la partida de Del Solar fueron intensos, al extremo que tuvo que salir Julio Pacheco para desmentirlos. No obstante, existen suficientes razones para pensar que la directiva está a la espera del menor pretexto para hacer efectivo el cambio de técnico:
1. La crema sigue jugando mal. Solo dos partidos tardó Cristal en empezar a acomodarse al estilo Reynoso. La ‘U’, en cambio, lleva 10 -sin contar los amistosos- y el buen juego que se prometió continúa sin aparecer. En el San Martín jugó la dupla que exigían muchos -Vitti y Morel- y el andar del equipo no varió un ápice. Luchador incansable, Pablo trató de ponerse el equipo al hombro, pero lo ganó el desorden y erró muchos servicios (¿por qué sigue pateando los tiros libres?). La presencia de Morel, en tanto, fue fantasmal. Hasta ahora es el gran fiasco de la temporada.
2. Protesta transformada en insulto. A nadie le gusta trabajar sin que le paguen, pero protestar mancillando los símbolos de la institución no tiene nombre. Entrenar con las camisetas volteadas fue una decisión absurda. La ‘U’ está por encima de cualquier directiva irresponsable. Faltarle el respeto a los colores y la insignia del club resquebrajó aun más la relación entre los jugadores y la hinchada.
3. Confusión de roles. Chemo es el entrenador del club, ya no es más un jugador. Su posición jerárquica es distinta, tiene que mirar al plantel con otros ojos, poseer la suficiente ascendencia para tomar decisiones difíciles que no tienen porqué ser del gusto de sus dirigidos. SIn embargo, cada vez que tiene un micrófono al frente repite que “se sigue sintiendo jugador” y no tuvo reparos en trabajar con la camiseta volteada. El ‘Puma’ Carranza, un tipo injustamente vilipendiado, fue más inteligente y evitó ser partícipe de esa tontería monumental.
4. Falta de manejo del plantel. Hace tres años, cuando Ricardo Gareca pidió a la directiva de entonces que sacara a Johan Fano, esta se encrespó porque el huanuqueño era la estrella del equipo. La respuesta del Flaco fue la siguiente: “Si quieren que sea el goleador del campeonato, que se quede; si quieren ser campeones, sáquenlo”. Y todos sabemos que el buen Richard tuvo razón. Los reclamos de Fano contra sus compañeros durante y después del partido ante Cristal abonan a una versión que recibí al respecto semanas atrás: la relación del delantero con parte del plantel no es la mejor. Si bien en todo grupo humano existen rencillas, el potencial de éxito disminuye cuando no existe un vínculo fuerte que los una. En este aspecto la mano de Del Solar ha sido invisible. El cargo de entrenador exige ciertos verticalismos que son difíciles de imponer cuando le haces sentir al grupo que no eres cabeza, sino parte de ellos. De otro lado, haber permitido que el equipo deje de entrenar fue lo más cercano al harakiri. Toñito Gonzales salió acalambrado del San Martín.
SIN DINERO A CORTO PLAZO
El último lunes Julio Pacheco reconoció algo que habíamos advertido en el anterior post: la incertidumbre frente al resultado de las próximas elecciones ha alejado a los grupos que tenían previsto invertir en el club. Aunque para muchos esto pueda resultar un pretexto, basta con revisar las páginas de economía de los diarios o conversar con amigos que trabajen en empresas privadas para confirmar el nerviosismo que ronda en gerencias y directorios. De todos modos, esto no releva de responsabilidad a la gestión actual que, como todos recordamos, pintó una situación diametralmente distinta a la que se vive.
¿Cuál es el futuro del club, entonces? Evidentemente asoma oscuro. No obstante, existen algunas alternativas que deberían acelerarse con el fin de obtener dinero fresco en los próximos meses. Una de ellas consiste en apurar el cambio de zonificación de Campo Mar y comercializarlo como terreno, sea a través de una venta o concesión. La operación podría redituar una cantidad de dinero suficiente para aliviar algunas deudas y recapitalizar la institución. Por lo pronto, la tarea urgente de la directiva es detener el remate previsto para este viernes y los reclamos por los puntos presentados por Alianza Atlético y Cristal.
Paralelamente, el club debe empezar a sincerar su plantilla, es decir, desprenderse de ciertos elementos caros (Morel, quién sabe si Vitti) y de aquellos que no soportan vivir más entre tanta inestabilidad. A cambio habrá que recurrir a jugadores más económicos (hay un rumor fuerte de que ya se entabló conversaciones con Roberto Merino) y con hambre de gloria.
¿Y si se va Chemo, quién puede reemplazarlo? Sin plata y con una dirigencia sin norte, olvídense de cualquier técnico de prestigio. Es hora de los bomberos tipo Capitano. No hay otra.
Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.