Sueño cumplido: ¡campeones!
Con corazón no solo se ganan partidos, sino también campeonatos. Esta ‘U’ no es un relojito suizo, no tiene el brillo ni la técnica excelsa de esos equipos que con solo el nombre intimidan. Pero posee algo más importante: garra. Esa que empezó con Galindo y De las Casas, llevó a lo más alto Lolo y siguieron Terry, Chale, Cruzado, Percy, Cachito, Leguía, Roberto, Chemo y el Puma. Quien se pone la crema sabe que tiene una responsabilidad con la historia. Los chicos de la Sub20 nunca lo olvidaron. Por eso son campeones.
Cáceda, Dávila, Duarte, Schuler, Flores, López, Romero, Vargas, Ampuero, Polo, Conde, Mimbela, La Torre, Franco y todos los que pertenecieron a este plantel de guerreros liderado por Javier Chirinos tienen su lugar en la historia. Porque digan lo que digan -en particular esos que no saben perder-, los libros dirán que el primer equipo que obtuvo la Copa Libertadores Sub 20 no fue un argentino o un brasileño, sino un peruano, y no cualquiera, sino el más importante y el mejor: Universitario de Deportes.
Como dije en el post anterior, un triunfo -y ahora un título- no transforma a nadie en superdotado. En este plantel no hay proyectos de Messis, Xavis ni Solanos. Abundan, sí, los tipos corajudos y disciplinados, que no saben lo que es dar una pelota por perdida, que apelan a lo que más saben para sacar adelante los partidos.
Ahora el partido toca jugarlo a los dirigentes. Las divisiones menores del club no deben seguir abandonadas. Los principales activos de la institución no son Campomar o el Monumental, sino sus jugadores. Pensar en vender a estos muchachos en el corto plazo, sin haberles permitido madurar lo suficiente, sería un error. Hay que invertir dinero para potenciarlos y hacer de este grupo de chicos, hoy solo promesas, los grandes actores del futuro de Universitario.
Este post es corto porque quienes deben hablar son ustedes. Espero sus comentarios. Un abrazo para todos.
La vibrante crónica de Miguel Villegas sobre el partido del domingo pueden leerla aquí