Universitario: olvídense de los árbitros
Por estos días, la discusión en Ate está centrada en las sanciones que recibieron Troglio y Bernay por los sucesos ocurridos en Cajamarca. Y las miradas están puestas en Eduardo Chirinos, el juez del partido ante UTC.
Aunque en el gol de Segura, marcado en los estertores del partido, parece haber un offside y una falta sobre Cáceda, culpar al árbitro de la desgracia de caer vencido de esa forma es un exceso. No es la primera vez que la ‘U’ tiene problemas en los últimos minutos. Pasó ante Garcilaso, con Cristal y hasta con el inofensivo Ayacucho en el Monumental. La crema no estaba haciendo un mal partido en Cajamarca, había corrido como pocas veces en la altura y tuvo al menos dos ocasiones claras para ponerlo a su favor.
Pero es cierto también que la había pasado mal, que por arriba no defendió bien y que Cáceda se vistió de héroe en más de una ocasión. Los últimos 15’ fueron dramáticos porque el atraque desapareció y UTC aumentó su presión por las bandas. Cuando el partido pedía un volante central más, se lesionó Rodríguez y, pocos minutos después, Schuller fue expulsado.
Esta doble fatalidad, sin embargo, no debe hacernos perder la vista del punto central: el equipo pierde equilibrio emocional en los últimos minutos y al buscar matar de contra, retrocede demasiado, generando zozobra en su última línea.
Más allá de lo que suceda ante Cantolao, Troglio necesita corregir estos aspectos con urgencia. Aunque ha tenido que trabajar con un plantel que no eligió, resulta más que obvia su preferencia por un fútbol más directo que elaborado. En esa línea esta Gino Guerrero -uno de sus pedidos- y el mismo Chávez, pese a que es mucho más técnico que Rengifo y Ugarriza.
Y cuando juega con solo dos volantes centrales se desequlibra. A Manicero y a Gustavino les cuesta presionar por el balón, Siucho es muy frágil y Gómez, aunque correlón, es el carrito chocón de siempre.
Hablar de los árbitros suena bonito para la tribuna, ayuda a unir a la hinchada, pero también disimula los verdaderos problemas. Si la ‘U’ no los ataca, no esperemos ver una historia distinta en el Clausura. Y, ahí sí, no habrá justificación que valga.