"Terminator" en los cómics
Para nadie es un secreto que los cómics se han convertido en los últimos tiempos en fuente de inspiración para el cine. Una veta lógica si tomamos en cuenta que en ambos formatos las historias se cuentan a través de imágenes y que la popularidad de muchos personajes hacen prever de antemano que existirá empatía con el público.
Pero también la carretera ha ido en sentido contrario muchas veces, y han sido películas de éxito las que se han extendido en el mundo del cómic para beneplácito de los fans que querían saber más y más de sus personajes de ficción favoritos. “Star Wars”, “Star Trek” y “Aliens” son algunos casos muy conocidos, a los cuales podemos añadir a “Terminator”.
Y como hoy se estrena “Terminator Génesis”, un ‘reboot’ de la saga, hablemos un poco de cómo estos cyborg creados por Skynet, la inteligencia artificial que toma control del mundo, han hecho de las suyas en el papel y las viñetas.
La primera incursión del cyborg en el cómic se produjo entre 1988 y 1990, cuatro años después del ‘boom’ que supuso la interpretación de Arnold Schwarzenegger (1984) en la pantalla grande. Se trató de una serie de 17 números publicados por la editorial Now Comics, enfocados en el futuro y en las batallas de los humanos contra las máquinas.
Desde entonces hubo varias entregas que giraban sobre distintos ejes aunque manteniendo la lógica del universo cinematográfico. Por ejemplo, los intentos de la Resistencia por evitar que Skynet utilice las armas atómicas contra la raza humana (“The Terminator: la Tierra ardiente”, con excepcionales dibujos de Alex Ross)…
…o el envío de más soldados -no solo Kyle Reese- al pasado para enfrentar la génesis de Skynet (“The Terminator: Tempestad”). Un contingente que también habrá de toparse con exterminadores cibernéticos que los persiguen.
En otras tramas se contaba sobre nuevos envíos de cyborgs al pasado para llevar a cabo nuevos intentos de acabar con Sarah Connor (“Terminator: objetivos secundarios”)…
… y sobre cómo Skynet se enfrenta a su contraparte soviética en el futuro, la computadora Mir, que planea usar un pulso electromagnético para destruir al primero. Y en medio, la Resistencia que no sabe si ayudar a Mir o combatir a las dos conciencias tecnológicas (“The Terminator: hunters and killers”).
A través de todos estos años han sido varias las editoriales (Now Comics, Dark Horse, Marvel, Malibu Comics, Dynamite Entertainment e IDW son algunas de ellas) que se han encargado de publicar las historias del mundo de Terminator. Y son varios los arcos argumentales que han girado sobre los sucesos anteriores y posteriores a las películas, convirtiéndolos en verdaderas precuelas y secuelas del universo cinematográfico.
¿Y LOS CRUCES DE CAMINOS…????
Sí. Punto aparte merecen los ‘crossovers’ que ha tenido Terminator en el mundo del cómic. Empezando por “Robocop versus Terminator”, una historia de 1992 con guion de Frank Miller que une a los dos ciborg que por entonces explotaban en el cine con ”Terminator 2: El juicio final” (1991) y “Robocop 2″ (1990).
La trama se centra en cómo la Resistencia descubre que la tecnología que reconstruyó al policía Alex Murphy como Robocop fue que la permitió a Skynet descubrir su existencia y conciencia. Es entonces que envían al pasado a su soldado más letal para detener la construcción de Robocop, mientras que Skynet hace lo mismo con un escuadrón de Terminators para “protegerlo”.
Estos personajes se volvieron a ver las caras, o mejor dicho, los metales en el 2011 con la serie “Terminator / Robocop Kill Human”. Aquí la trama va sobre cómo Robocop despierta en el futuro, después de haber estado desconectado y olvidado muchos años. Descubre así un mundo destruido por Skynet, así que viaja al pasado para unirse a Sarah y John Connor en su lucha primaria.
Ah, pero eso no ha sido todo, porque en 1999 se publicó en cuatro números “Superman versus Terminator: muerte en el futuro”, una historia de Alan Grant y Steve Pugh. La historia aquí empieza cuando Sarah y John se esconden en Metrópolis y se aparece un cyborg. Por supuesto, este no solo anda desnudo por la ciudad a plena luz del día, sino que intenta matar a madre e hijo destruyendo todo hasta que Superman aparece y pone orden (es decir, hace papilla de T-1000).
Sin embargo, el superhéroe es transportado al futuro por un error de la Resistencia, mientras que en el presente una ola de decenas de cyborgs asesinos persiste en su misión de acabar con la estirpe Connor. Esto obligará a que intervengan Supergirl, Superboy y hasta el mismísimo Lex Luthor.
Ah, y por supuesto, también vemos cómo una versión mejorada de Terminator enfrenta a Superman usando todas las armas, incluida la kriptonita.
Ahhhh, y otro cómic que me parece una alucinada total, un deleite friki absoluto más allá de lo inverosímil o los errores de continuidad o las debilidades de la trama, es “Aliens versus Depredador versus Terminator”. Ufffff… Un cómic publicado en el 2000 donde se juntan las tres franquicias de monstruos y robots y cazadores espaciales.
No sé cómo resumir la historia concebida por Mark Schultz -digo, para no quemarle a nadie la lectura-, pero en esencia puedo decir que se sitúa en el futuro posterior a la película “Alien Resurrección”. En ella, la ex teniente Ellen Ripley es convocada por el cyborg Annalee Call para infiltrarse en una estación espacial donde hacen experimentos con el ADN del Linguafoeda Acheronsis (o sea, el Alien).
El encargado de estas pruebas es el Dr. Trollenberg, que resulta ser un CryptoTerminator que ha permanecido escondido entre los humanos hasta ahora que ya puede completar su misión: crear Terminators imbatibles mezclados con Aliens.
Ah, pero allí es cuando irrumpen los Yautja (o sea, los Depredadores) que aunque no lo parezcan en teoría, terminan cumpliendo un rol muy heroico en este cuádruple encuentro (si también contamos a la raza humana, claro).
¿Y A TI TE GUSTARÍA LEER O HAS LEÍDO ALGÚN CÓMIC DE “TERMINATOR”?
P.D.: Bueno, espero que les haya gustado esta revisión sobre un personaje esencial de la cultura popular. Yo, por lo pronto, me apresto a ver “Terminator”, la cinta original, y releer algunos de los cómics del personaje que guardo en mi biblioteca antes de ir a ver al sexagenario Arnold como robot.