China ha vuelto al reino de las bicicletas
Fotos tomadas de Internet/Infografías propias
Son económicas, convenientes, ecológicas y se pueden compartir, pero también han generado problemas que demandan la cooperación de todos.
Por: Equipo del segundo curso*
El antiguo reino de las bicicletas que cedió el paso a los autos modernos debido a su desarrollo económico, está iniciando una gran revolución de dos ruedas. Las bicicletas compartidas con nuevos servicios de alquiler mediante una aplicación móvil, son cada día más populares en China. De acuerdo con una proyección de la agencia BigData Research con sede en Beijing, el número de usuarios podría alcanzar los 50 millones a fines de este año.
Desde que aparecieron por primera vez en 2015, gracias a que son económicas, fáciles de usar y ecológicas, se vienen desarrollando a toda carrera. Sin embargo, este avance ha levantado muchas polémicas relacionadas con la seguridad de los usuarios, el mal estacionamiento y hasta la destrucción o el robo de las bicicletas, lo cual ha llamado mucho la atención. Para resolver estos problemas, distintas medidas se han puesto en marcha.
Con tan solo un teléfono celular es posible localizar una bicicleta compartida, abrir el candado, utilizarla, pagar el alquiler y dejarla en cualquier sitio para devolverla. Hoy en día las calles de China están llenas de estas bicicletas de colores muy llamativos para distinguirlas rápidamente. Como facilitan el transporte y a la vez liberan la presión del tráfico, están de moda y se han extendido por las principales ciudades chinas.
Las cifras se disparan
La gran ola de popularidad ha traído como resultado al menos 20 millones de bicicletas compartidas en el 2016. Los datos muestran que a finales del año pasado aparecieron en China más de veinte negocios de bicicletas compartidas, con varios millones de aparatos disponibles. Según las cifras publicadas por iResearch, una firma china de investigación de mercados, la cantidad de usuarios superó los 5.900.000 en diciembre último.
Ofo y Mobike, las dos empresas más grandes de bicicletas compartidas, han puesto a disposición al menos 200.000 aparatos operativos en las calles de Beijing para sus 9 millones de usuarios registrados. Esto significa un gran cambio en el medio de transporte de los ciudadanos chinos. Pese a la escala, todavía no hay una normativa para estas bicicletas que están inundado las ciudades.
¿Qué significa compartir una bicicleta?
“Bicicleta Compartida” es un concepto nuevo en China, el cual involucra a las empresas que cooperan con el gobierno para ofrecer al público el servicio de compartición de bicicletas bajo el lema “la vida de bajo consumo de carbono”. El sistema proporciona el servicio de bicicletas disponibles en las calles y los campus para que sean utilizadas temporalmente por los usuarios como medio alternativo de transporte.
La idea fue propuesta en el 2014 por un grupo de estudiantes de la Universidad de Beijing, que probó las bicicletas compartidas en el campus. Desde el principio, los profesores y las autoridades universitarias apoyaron el proyecto por su sentido de innovación social y ofrecieron recursos para ayudar al despegue de la compañía de startup. La marca “Ofobicycle” se convirtió en la pionera en China.
La empresa Ofo se fundó con la ambición de cambiar el modo de vida de los ciudadanos, ofrecer bicicletas de buena calidad a bajo precio y establecer una plataforma nacional que enlace a todos los usuarios vía una aplicación móvil. Debido al éxito obtenido en el campus, el grupo repotenció su proyecto, actualizó su sistema informático, pintó todas sus bicicletas de amarillo y ocupó unas 33 ciudades chinas.
Así nació la industria de las bicicletas compartidas y su rápido crecimiento ha sido impresionante debido a la popularidad de los teléfonos móviles y al desarrollo de Internet en China. Las dos grandes competidores del mercado, Ofo y Mobike han expandido sus negocios y ya están en vía de exportar sus servicios a los mercados extranjeros. Ofo ha empezado su colaboración experimental con Estados Unidos y Reino Unido, mientras que Mobike apunta al mercado de Singapur como objetivo de su primera etapa.
La moda de las bicicletas compartidas es el resultado del concepto “economía compartida” que ha sido muy bien recibido en China. El 1 de marzo, Ofo anunció el término de una nueva ronda de financiamiento, recaudando la cifra récord de 450 millones de dólares (alrededor de 3.100 millones de yuanes), y convirtiéndose en la empresa más valorada del sector con un estimado de 1.000 millones de dólares, en un período muy corto desde su fundación.
Además, el concepto innovador ha traído millones de yuanes de inversiones por parte de los gigantes del sector. Ofo apuesta por Didi Chuxing, la aplicación más poderosa de China para alquilar o reservar vehículos con conductor, mientras que Mobike tiene sus fondos con Tencent. Aunque Ofo es la número uno en el mercado con apoyo financiero e incluso político, todavía se enfrenta al desafío de una veintena de competidores con sus propias ventajas comparativas.
Bicicletas en marcha
Basta escanear el código QR que aparece detrás del asiento para desbloquear una bicicleta compartida. Una vez terminado el servicio, el usuario vuelve a bloquearla y le cargan el importe en su cuenta de celular. Todo el proceso dura menos de 30 segundos y no cuesta más de 10 céntimos de yuan (ni un centavo de dólar). Por cierto, aún no hay lugares fijos para encontrar o dejar una bicicleta aunque se prefieren zonas como el campus, o alrededor de las estaciones de metro y autobuses.
Muchos jóvenes creen que las bicicletas compartidas tienen varias ventajas. No cuesta mucho alquilarla, no hay que protegerla de los ladrones y no es necesario mandar a repararla. Basta cambiarla por otra. Además son amigables con el medio ambiente y disminuyen el uso de autos, lo cual también contribuye a aligerar el tráfico. En realidad, se considera una combinación genial de tecnología y tradición.
Después de una expansión explosiva en los últimos seis meses, han aparecido muchos problemas que se relacionan con las bicicletas compartidas. Es debido al mal comportamiento de algunos usuarios que siempre quieren apropiarse de las bicicletas, pero también al desorden que han creado ya que se pueden abandonar en cualquier lugar, lo cual está en contra de la gestión del orden público urbano.
La realidad es cruel. Recientemente la policía de Beijing informó sobre los casos de destrucción, robo, alteración, o apropiación ilícita de las bicicletas. Lo más común es destruir el código o instalar una cerradura privada. En las tiendas que reparan bicicletas hay cientos de estos aparatos en espera. Según datos oficiales, la tasa de avería de Ofo alcanza 39,3%, comparada a la de Mobike que es menor y se sitúa en 26%.
El acto de compartir requiere un compromiso de responsabilidad. Pero las bicicletas compartidas han reflejado la oscuridad de la naturaleza humana. El rápido crecimiento de esta industria exige que cada día existan más bicicletas para compartir en el mercado. Sin embargo, la gran afluencia de estos aparatos está causando problemas en el estacionamiento. Hay tantas bicicletas mal estacionadas que hasta obstruyen las calles.
Entrar en vereda
Desde que aparecieron, las bicicletas compartidas han levantado mucho polvo. No queda duda de los beneficios pero tampoco se pueden ignorar las desventajas. Las autoridades del distrito de Xicheng se reunieron con las empresas Ofo y Mobike para regular y limitar la cantidad de bicicletas. Desde el 20 de marzo está prohibido aparcar bicicletas en diez calles de este distrito.
Ambas empresas han acordado establecer zonas fijas para las bicicletas compartidas y tomar acciones para que los usuarios respeten estas regulaciones, descontando el crédito de aquellos que violen la normativa. Por el momento, se han delimitado 463 estaciones autorizadas para las bicicletas compartidas de Ofo en el distrito de Xicheng.
En la jurisdicción Xi Luoyan de Beijing, se ha lanzado la campaña “Uso civilizado de bicicletas compartidas”. Además del establecimiento de 40 paradas fijas, también hay señales claras en las entradas de las estaciones de metro o de las comunidades para conducir a los usuarios a estos lugares. Un equipo de supervisores mantiene el orden en la zona.
Se trata de la primera jurisdicción que forma parte de un sistema oficial para administrar las bicicletas. El objetivo de esta campaña es resolver el desorden que está provocando la popularidad de las bicicletas compartidas en Beijing con la participación de las empresas y el apoyo de los usuarios. Si funciona el plan piloto en Xi Luoyan se extenderá en toda las ciudades de China.
Cambios en la sociedad
Hace algunas décadas, la bicicleta era un símbolo de la pobreza en China, donde la mayoría no podía comprar un auto. En un programa concurso de la televisión china, una participante dijo que “prefería llorar en el asiento de un coche BMW antes que reírse montada en una bicicleta”. Pero el desarrollo económico trajo consigo el boom de automóviles que en los últimos años ha generado graves atascos en las autopistas de China.
Debido a la gran necesidad de buscar salidas, este medio de transporte vuelve a estar de moda en China. En los grandes establecimientos de venta solo se exhiben bicicletas profesionales y deportivas. Un vendedor declaró que desde la aparición de las bicicletas compartidas, poca gente compra bicicletas comunes.
Este modelo de economía compartida está en búsqueda de nuevos talentos. El director general de Ofo, Dai Wei, anunció el 15 de marzo pasado que su empresa ha firmado un convenio con la Universidad de Beijing para iniciar un programa conjunto de MBA denominado “Plan X”, por el cual 30 estudiantes seleccionados recibirán becas completas y tendrán la oportunidad de trabajar en Ofo después de graduarse.
La relación de beneficio mutuo entre la empresa y la universidad se ha profundizado a través de este convenio. “Es un tipo de colaboración educativa” – opina Dai Wei- “puede servir de inspiración para los estudiantes universitarios conocer cómo aplicamos la teoría inmediatamente a la práctica y cuáles son las enseñanzas que hemos adquirido con este proceso.” Aunque el futuro de esta compañía startup no es claro, el apoyo firme de la Universidad de Beijing podría ser el “arma secreta” de Ofo.
Por la revolución que han causado, las bicicletas compartidas están poniendo a prueba la calidad del público puesto que la mayoría de los problemas se generan en el comportamiento de los usuarios. La duración de esta nueva “era de las bicicletas compartidas” no solo depende de los esfuerzos de las empresas y las regulaciones de las autoridades sino también de los usuarios. Aún les queda un largo camino.
* POSDATA: Esta nota fue elaborada y redactada en su totalidad por alumnos chinos del segundo año de español de la Universidad de Beijing.