Usan con éxito robot para operar el cáncer de garganta
Cuando se diagnostica cáncer de garganta, lo primero que pasa por la cabeza del paciente es: ¿Podré comer y hablar tras el tratamiento? ¿Me quedarán cicatrices feas si me quitan un tumor? Sin embargo, gracias a una nueva técnica que usa al robot Da Vinci para estas intervenciones, esas preocupaciones quedan de lado.
“Para quitar un cáncer en la amígdala se tenía que hacer una operación muy grande: abrir desde el cuello a la mandíbula, como si fuera un libro, luego quitar el cáncer y poner todo en su sitio. Eran intervenciones muy difíciles y que duraban unas diez horas; además requería que el paciente se quedara por varias semanas en el hospital, porque la recuperación era muy lenta”, explicó el doctor Rolando Molina, otorrinolaringólogo y cirujano oncólogo del Baptist Hospital de Miami.
Prueba de la precisión del Da Vinci
El especialista refiere que luego ese tipo de cáncer se empezó a tratar con radiación y quimioterapia con resultados muy buenos, pero la cantidad de medicamentos usados dejaba a los pacientes con el tejido rígido, la boca seca e incluso en algunos casos se perjudicaba la función de tragar, debido a que los tejidos terminaban quemados y el paciente debía alimentarse por vías alternas.
Ante esta situación, se empezó a usar la tecnología del Da Vinci para regresar a las intervenciones, pero de una manera más eficiente.
MUCHAS MEJORAS
“Con Da Vinci en lugar de un gran corte se aprovecha el orificio natural de la boca para ingresar al cuerpo y hacer la cirugía. Así se puede quitar el cáncer de una manera más rápida, más precisa, sin destrucción de tejidos alrededor. Ahora los pacientes solo requieren pasar dos o tres días internados tras la operación y algunos ya no necesitan de tanta radiación. Al final, se puede quitar el cáncer sin afectar ninguna de las funciones naturales”, explica el doctor Molina.
¿Y cómo se hace la operación? Se colocan instrumentos muy pequeños en los brazos del robot, que es manejado de manera remota por un cirujano. “Lo que puedo ver con los ojos del robot es diez veces mejor y la precisión de movimiento es ampliamente superior”, recalca el especialista.
Con esta técnica, la intervención para remover el cáncer demora solo 45 minutos. “Incluso tenemos pacientes que ya empiezan a tragar inmediatamente después de la operación. Ya no hay que esperar días o semanas”, agrega el doctor Molina.