Renzo Gómez Vega

Ilusionarse con una selección peruana Sub 20 no tendría que ser un pecado, sino un acto de patriotismo en su estado más puro.Es justo volver a emocionarse, como también lo es que un grupo de muchachos no deba cargar con la mochila más grande que tenemos a nivel de selecciones juveniles: no haber clasificado jamás a una Copa del Mundo.

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