Wilmer Robles Tadokoro

El domingo 11 de julio, pasada las 9 de la noche, Germán Alemanno no pudo más con su felicidad: su selección de Argentina se coronaba campeona de la Copa América y un íntimo amigo suyo, Ángel Di María, había sido quien con su gol le daba el histórico título a los liderados por Lionel Messi. Con un buen asado y el infaltable mate, “Avatar”, como lo apodaban en el fútbol peruano, deliraba de alegría, una alegría que se mantiene efusiva e intacta pese al pasar de los días y que hoy comparte con nosotros.