En el mundo del fútbol, hay una indiscutible brecha que separa a los equipos brasileños de los clubes del resto de Sudamérica. Con los años, la distancia ha ido ampliándose: seis de los siete últimos campeones de la Copa Libertadores son de ese país. Además, tres de las cuatro finales más recientes del torneo se disputaron entre cuadros brasileños.
Pero hay un detalle todavía más revelador. En cada una de las tres últimas ediciones de la Libertadores –el certamen de clubes más importante del continente–, tres de los cuatro semifinalistas fueron brasileños. Las estadísticas son contundentes e irrefutables.
El talento, capacidad y destreza física de los futbolistas nacidos en Brasil están fuera de discusión. Ahora, a eso debe sumársele el poderío económico que ostentan los equipos de ese país. Por ejemplo, siete de los 10 planteles más costosos de la Copa Libertadores 2024 son brasileños.
En la cima del top 10 está el Palmeiras de Sao Paulo, un titán del balompié continental cuyo plantel está valorizado en US$227′820.000. En el 2021, la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo eligió como el mejor equipo del mundo. En el 2020, ocupó el segundo lugar del ránking, solo por debajo del Bayern Múnich.
Hoy, el equipo del Palmeiras cuesta US$66′210,000 más que los 18 equipos que conforman la Liga 1, la primera división del fútbol peruano, juntos.
Por otro lado, el jugador más caro de esta Copa Libertadores es el brasileño Endrick, de 17 años, quien coincidentemente milita en el Palmeiras. El talentoso joven está valorizado en más de US$48 millones. Esta cifra es superior en poco más de US$1 millón al costo de los planteles de los tres equipos más importantes del Perú: Alianza Lima, Universitario y Sporting Cristal.
Asimismo, nueve de los 10 futbolistas más costosos de la Libertadores juegan en clubes brasileños. De ellos, siete nacieron en el gigante sudamericano.
¿Una inversión millonaria asegura el éxito en el fútbol? No siempre, pero sí aumenta considerablemente las posibilidades de triunfar. Así lo explica a El Comercio el peruano Carlos Benavides, presidente del club Celaya de México:
“El dinero no garantiza el éxito de un equipo, pero sí ayuda mucho para contratar mejores refuerzos, un buen técnico y atraer talento. En Brasil, tienes planteles amplios con muchos jugadores competitivos, porque prácticamente juegan todo el año los distintos torneos locales e internacionales. Así también van fogueándose jugadores jóvenes que, con sus buenos rendimientos, son luego vendidos a clubes de Europa”.
Mucho más que un deporte
“El desarrollo del fútbol, no como un deporte como todos los demás, sino como una verdadera institución brasileña, permitió exaltar varios de los elementos irracionales de nuestra formación social y cultural”, escribió el sociólogo brasileño Gilberto Freyre en el prólogo de “El negro en el fútbol brasileño” (2003), un libro que explica la influencia del deporte rey en la identidad y la cultura de Brasil.
El periodista brasileño Adriano Oliveira, editor jefe de la radio Band News de Brasilia, explicó a El Comercio que el fútbol es una parte muy importante en la identidad de los brasileños. Aunque inicialmente fue visto solo como entretenimiento, hoy es mucho más que eso: una gigantesca industria que mueve masas y millones de dólares.
“Del 2010 en adelante, la inversión empresarial en los clubes brasileños comenzó a ser mucho más fuerte y organizada. Hay un caso muy importante: Flamengo pasó a convertirse en una potencia después de haber tenido una deuda millonaria. […] El fútbol brasileño mueve estructuras económicas y entrega premios muy importantes en sus competencias. Además, tenemos una moneda fuerte”, detalla Oliveira.
Este 2024, por ejemplo, la Copa de Brasil tendrá un récord histórico de premios: el campeón recibirá US$14′790.000 y el subcampeón US$6′340.000. En tanto, este año el campeón de la Libertadores se llevará a casa US$23′000.000 y el subcampeón US$7′000.000, además de lo recaudado en las etapas previas.
En la Copa de Brasil participan 92 equipos de los 26 estados y el Distrito Federal que conforman el gigante sudamericano. El último campeón fue el Sao Paulo, cuyo plantel es el sexto más caro de la Libertadores. Su actual equipo está valorizado en más de US$96 millones.
La Copa es una obsesión
Alianza Lima integra el Grupo A de la Libertadores junto a Cerro Porteño (Paraguay), Colo-Colo (Chile) y el poderoso Fluminense, vigente campeón del torneo.
En lo económico, la diferencia entre el ‘Flu’ y sus oponentes es abismal. Su plantel está valorizado en US$115′810.000, una cifra mayor a la de los otros tres equipos juntos.
En la primera fecha, el equipo peruano empató en casa contra el gigante brasileño. La prensa y los hinchas coinciden en que los blanquiazules debieron quedarse con los tres puntos. Y el último miércoles, Alianza sufrió una dolorosa caída como visitante ante Cerro Porteño en Asunción: los paraguayos anotaron el gol de la victoria en la última jugada del partido.
En el Grupo D, la ‘U’ compite con LDU (Ecuador), Junior (Colombia) y Botafogo (Brasil), cuyo equipo cuesta actualmente US$78′170.000. Como en el caso anterior, este monto es mayor que el de sus tres rivales juntos.
En su debut, Universitario venció en el Monumental a la Liga Deportiva Universitaria de Ecuador. Con ese triunfo, el vigente campeón peruano aseguró un bono de US$330.000 adicionales a los US$3 millones que recibirá por competir en la fase de grupos. El martes, los cremas rescataron en Barranquilla un valioso empate de 1-1 ante el Junior.
La última vez que los ‘compadres’ clasificaron a la segunda fase de la Libertadores fue en el 2010, hace 14 años. Los analistas y expertos debaten sobre a qué deben aspirar la ‘U’ y Alianza en el torneo. ¿El pase a octavos, el acceso a la Copa Sudamericana, obtener por lo menos tres victorias como locales? La millonaria carrera recién comienza.