Entre las medidas para reactivar la economía, el gobierno publicó el lunes pasado el Decreto de Urgencia Nº 081-2020 con el que se flexibilizan las condiciones para que los gobiernos regionales y locales incrementen la inversión de Obras por Impuestos.
Sobre esta medida, el ex director ejecutivo de Proinversión, Alberto Ñecco, calificó como acertada, “pero debió haberse efectuado antes, cuando veíamos que la economía venía ralentizándose, y que era necesario impulsar la inversión pública”.
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Agregó que este DU no termina de solucionar completamente la problemática que se observa en Obras por Impuestos, que es la recuperación por parte de las empresas de los CIPRL o Certificados de Inversión Pública Regional y Local de los proyectos ejecutados.
¿Qué sucede? Las empresas privadas muchas veces concluyen con la obra designada, pero no obtienen el certificado que debe ser entregado por los gobiernos subnacionales. “En muchas ocasiones allí se han trabado los procesos, aún en proyectos en donde la obra estaba concluida”.
Esto ocurre por diversos motivos, “en algunos casos puede haber sido por corrupción, o por falta de conocimiento o temor de los funcionarios, por temas políticos”. Ñecco explicó que esto ha generado mucha desconfianza por parte de los inversionistas y ha mellado el atractivo del mecanismo.
Como solución para estos casos, el especialista en infraestuctura se refirió a la posibilidad de que el MEF emita directamente el documento, en caso la empresa haya cumplido con todos los hitos, y el gobierno subnacional se niegue a emitir el certificado. Sin embargo, hay temas legales que complican este proceso, por la autonomía presupuestal de las entidades públicas.
La otra opción es crear una comisión donde participe el MEF, ProInversión y Contraloría, que evalúe si la empresa ha cumplido con los hitos que garanticen que la obra es de calidad, esté bien diseñada, y cuente con el informe de supervisión externa de la obra. Pero aun así no tenga respuesta del gobierno regional o local.
“En este caso, esta comisión habiendo revisado el caso, y si la emisión fuera positiva, se le da un plazo a la entidad pública para que emita el certificado. Y si no lo emite, podría derivar el caso a Contraloría, para que sancione al funcionario público por retener el certificado, que ya es un derecho del privado, por haber cumplido con los requisitos del Estado”, explicó Ñecco.
Asimismo, comentó que esta fue una de las razones que “ahuyentó” al BCP, uno de los principales colaboradores de Obras por Impuestos, porque tenía un monto cuantioso de inversiones y no lograba la recuperación de los certificados. “Y obviamente antes de continuar con más obras querían recuperar las inversiones que ya habían realizado”.
UN MECANISMO NECESARIO
Ñecco se refirió a Obras por Impuestos como un mecanismo que ha funcionado en los 11 años que tiene en el país, con más de 4 mil millones de inversiones y más del 80% de dicho presupuesto destinado a inversión regional.
“Además, es un mecanismo que en varios aspectos es más rápido para la ejecución de los proyectos de inversión pública, y más eficiente en la variación que se da entre los presupuestos iniciales y el presupuesto final, porque por su diseño previene la corrupción”, subrayó el especialista.
Puntualizó que tercerizar la ejecución no es una mala idea: “No es un secreto que los niveles de ejecución de inversión pública en los últimos años han sido muy bajos. Algo que no está haciendo bien el Estado se lo das a alguien que está mucho más alineado para hacerlo. Es, a todas luces, una herramienta muy útil”.
MAYORES ESTÍMULOS
El ex director ejecutivo de ProInversión reconoció también que al mecanismo de Obras por Impuestos le ha faltado una segunda ola o tercera ola. En ese sentido, propone algunas ideas para seguir generando inversión y consecuentemente mayores puestos de trabajo.
“Además de crear una instancia para que los participantes tengan mayor seguridad, a Obras por Impuestos le falta un poco de volumen. Está identificado para obras medianas y pequeñas. La más grande me parece que es el puente Chilina de Arequipa, con más de 200 millones de soles. Se podría evaluar que se pueda financiar obras más grandes”, expresó.
Otra propuesta de Ñecco es hacer programas de proyectos seriados, o proyectos a manera de paquetes. “Como hizo Asbanc cuando estuvo trabajando temas de comisarías con el Ministerio del Interior, que lamentablemente perdió impulso”.
“Trabajar con el Minsa, Minedu, o el Minjus y hacer un paquete de 80 postas o 30 colegios, o 10 cárceles, para acortar la parte de formulación y se pueda definir bajo parámetros estándares y de manera serial. Hay muchas cosas que se pueden hacer”, apuntó.
Asimismo, planteó revisar los casos de entrega de la operación y mantenimiento de las obras las empresas, donde el plazo que se licita es muy corto. “Entonces, la empresa privada no tiene el incentivo, porque no puede generar o no puede mantener un estándar de calidad para un encargo tan corto. Se podría ampliar el plazo de estos contratos”, finalizó.
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