Michela Casassa

A inicios de mayo se llevó a cabo el “Industry Strategy Meeting”, una de las reuniones anuales del Fondo Económico Mundial (WEF - World Economic Forum). El WEF es una organización internacional sin fines de lucro cuyo objetivo principal es mejorar el mundo mediante la discusión y definición de una agenda mundial a través de la colaboración de líderes empresariales, políticos y académicos para abordar desafíos globales y regionales promoviendo un desarrollo económico equilibrado y responsable. Esta agenda incluye temas como cambio climático, desigualdad económica, sostenibilidad y tecnología.

La reunión más conocida del WEF es la que se da en Davos, Suiza, donde se reúnen importantes líderes mundiales donde sistemáticamente participan también nuestros gobernantes y representantes del sector privado.

En esta oportunidad se reunieron más de 300 personas de 40 países, 246 empresas o entes gubernamentales y se tuvieron 20 reuniones tocando temas que incluían los retos de un crecimiento mundial bajo para los próximos años, los desafíos en la atracción y retención del talento, los impactos de Gen AI (inteligencia artificial generativa), entre otros. Acá les cuento algunas de las ideas principales de estos 4 espacios en los que estuve:

  1. Crecimiento global: se espera un futuro con bajo crecimiento mundial, lo cual trae varios retos. Uno de ellos es que se materialice el aumento de la productividad gracias a la tecnología, dado que la mayor parte de estas inversiones serían hechas por las grandes empresas del sector. Se espera también algún cambio en la disparidad en la creación de valor entre empresas y trabajadores que se ha venido dando en los últimos años. Otra preocupación es la estabilidad de la democracia en las naciones, ya que puede afectar la credibilidad de las instituciones y por ende la fuga de capitales e inversión.
  2. En el sector financiero, son 2 los temas relevantes. Primero, la incertidumbre por la evolución futura de la inflación mundial (“más largo y por más tiempo”) y sus impactos en tasas y en riesgo crediticio; y segundo, los impactos de la inteligencia artificial generativa y su regulación, con los primeros casos de uso ya implementados a escala en ciberseguridad y fraude, ofertas comerciales, reportería para clientes, áreas de operaciones y call centers.
  3. En el tema de talento, se habló de la escasez del mismo en tecnología y analítica avanzada. Existe la necesidad de nuevos perfiles “segmentados” (inteligencia artificial, nube, ‘data scientists’) y mayores habilidades blandas, así como de preservar el conocimiento de las generaciones que pronto saldrán del mercado laboral.
  4. Finalmente se abordó el tema de la inteligencia artificial generativa (¨Gen AI”) como el gran disruptor tecnológico de los próximos años. Hay consenso sobre el gran potencial de esta tecnología, pero también de los retos de utilizarla eficiente y éticamente. Algunas empresas ya han desplegados esfuerzos importantes con foco en mejorar su productividad, y otras, su rentabilidad. Algunos ejemplos de usos probados incluyen la automatización de procesos, el ‘upgrade’ de sistemas obsoletos a nuevo software, la optimización de rutas de distribución, entre otros.

A lo largo de todas las discusiones me sorprendió como la innovación está presente no solo en los desarrollos de nuevas tecnologías sino en los modelos de negocio y colaboración.

El ejemplo de una empresa de telecomunicaciones de Emiratos Árabes haciendo una ‘joint venture’ con empresas no competidoras de telecomunicaciones de diferentes países del mundo para desarrollar juntos los casos de uso de Gen AI y así distribuir los costos de desarrollo me pareció fascinante.

Creo que podría ser una gran oportunidad para las empresas peruanas. ¿Ustedes, creen que estaremos listos para hacerlo? Yo diría que sí, tenemos que probar.

Michela Casassa CFO Intercorp Financial Services

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