Micromuestrario, relatos breves de Ana María Shua
Micromuestrario, relatos breves de Ana María Shua
Ana María Shua

De "La sueñera" 
(Minotauro, 1984):

“Mi papá”
Mi papá no está cómodo en su sillón de pana. Cualquiera puede notar que se disuelve. Para hacerlo pensar en otra cosa, le hago preguntas sobre el precio internacional del cobre. Hablando se distrae y le da tiempo a mamá de preparar la cena. Pero todos sabemos que está muerto.  

“En un lugar”
En un lugar que a veces es París me tienen secuestrada. En vez de correr hacia la derecha o la izquierda, las calles giran en redondo. Hay un notable exceso de escaleras. Elijo siempre las que van hacia arriba. Sin embargo, por más que subo, no consigo emerger de abajo de la frazada. ¡Es tan duro París para los inmigrantes pobres! 


De "Casa de geishas" 
(Sudamericana, 1992):

“Doncella y unicornio”
Hay quienes suponen agotado el tema del unicornio y la doncella por extinción de ambas especies. Sin embargo, el diario de hoy publica la fotografía de un caballo con un manchón sanguinolento sobre la frente. El animal asegura haber sido, hasta pocas horas antes de la toma, una auténtica doncella.

“El vasto número”
3452, 3453, 3454... Cuenta, para dormirse, el vasto número de los hombres (los imagina saltando una tranquera) que nunca fueron sus amantes. 


De "Botánica del caos" 
(Sudamericana, 2000):

“Filtro de amor”
Para hacerse querer, machacar en un mortero de plomo diez ojos de murciélago y una cabeza de mamba fresca hasta reducirlas a una pasta. Incorporar lentamente quince dientes de ajo crudo y disolver en bencina. Cuando la persona amada beba este filtro le crecerá de inmediato el labio superior hasta colgar por debajo de la barbilla, sus ojos perderán color, adquiriendo un aspecto protuberante, la nariz se le achatará a la manera de los cerdos, la columna vertebral, combada, formará una joroba, las articulaciones de las manos le quedarán rígidas y deformes, se le ennegrecerán los dientes y se enamorará perdidamente de usted.

“Excesos de pasión”
 Nos amamos frenéticamente fundiendo nuestros cuerpos en uno. Solo nuestros documentos de identidad prueban ahora que alguna vez fuimos dos y aun así enfrentamos dificultades: la planilla de impuestos, los parientes, la incómoda circunstancia de que nuestros gustos no coinciden tanto como creíamos.


De "Temporada de fantasmas" 
(Páginas de espuma, 2004):

“Concatenación”
Los acontecimientos del pasado son los que determinan el presente. Por ejemplo, si tus padres no se hubieran conocido, hoy no existirías. Cuanto más se retrocede en el encadenamiento de circunstancias que conforman la historia del mundo, más inesperadas y sutiles serán las consecuencias que acarree el hecho más nimio, en una compleja, casi infinita sucesión de concatenaciones. Por ejemplo, si durante el cretásico superior cierto plesiosaurio carnívoro no se hubiera comido los huevos que una hembra de triceratops desovó tontamente cerca de la orilla, quizás, vaya uno a saber, me seguirías queriendo.


De "Fenómenos de circo" 
(Páginas de espuma, 2011):

“El dragón”
El problema es que el dragón no sabe hacer nada. Está demasiado viejo para volar y logra apenas un patético revoloteo de gallina. Aunque un par de columnas de humo se elevan débilmente de sus narinas escamosas, ya no es capaz de expeler su fuego vengador. Es interesante, le dice el director, muy interesante, pero más apropiado para un zoológico que para un circo. Embalsamado, en su momento, podrá vendérselo por una buena suma a cualquier museo.
     Y el dueño, o tal vez el representante del dragón, se va del circo desalentado, arrastrando su troupe de especies aladas, un grifo de mirada cansina, una familia de vampiros vegetarianos, un exángel que exhibe torpemente los muñones de sus alas mutiladas.

Vida & obra
Ana María Shua (Buenos Aires, 1951)
Es reconocida especialmente por sus microrrelatos, considerados entre los mejores en lengua española. Además, ha publicado poesía, cuentos, novelas, ensayos, artículos periodísticos y guiones de cine. Sus obras más destacadas son las novelas "Soy paciente" (1980) y "Los amores de Laurita" (1984)—llevada al cine en 1986—; los libros de cuentos "Los días de pesca" (1981) y "Como una buena madre" (2002); y las colecciones de microrrelatos "La sueñera" (1984), "Botánica del caos" (2000) y "Temporada de fantasmas" (2004). 

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