Con el inicio de la primavera y con la llegada del próximo feriado largo, las familias aprovecharán para salir de Lima e ir a lugares campestres. Sin embargo, en muchos de estos lugares habitan mosquitos que podrían picar a tu bebé.
Por eso, la Academia Americana de Pediatría brinda algunos consejos que debes tener en cuenta para escoger el repelente más adecuado y evitar que tenga ronchas.
Investiga sobre sus compuestos
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos aprueba la DEET (N,N-diethil-m-toluamida), un ingrediente que aparece dentro del repelente y que sirve para alejarlos y repeler a los insectos al momento de su uso.
Para que el producto funcione por más tiempo, debe tener una concentración mayor pero no tanta. Por eso, se recomienda escoger un repelente que no pase del 30%, un porcentaje ideal para que dure más de 5 horas.
Lee la etiqueta
Es importante que antes de colocarle el repelente a tu bebé, leas la etiqueta. Luego, debes seguir todas las instrucciones que señala el producto y tomar las precauciones necesarias.
Por ejemplo, algunos repelentes tienen concentraciones mayores del 50%. Aunque puede generar una falsa sensación de seguridad, mayor porcentaje no significa más protección. Al contrario, en algunos casos, puede causar sarpullidos en la piel.
Usa la cantidad necesaria
Los padres suelen creer que al colocar más producto, este puede proteger contra los sancudos, sin embargo, los expertos recomiendan aplicar la cantidad necesaria.
Recuerda que los repelentes que tienen ingredientes como el DEET solo deben colocarse una vez al día y a bebés mayores de dos meses.
Utiliza agua y jabón
Luego de aplicarle el repelente, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda lavar la piel del niño con agua y jabón para quitarle los restos del producto.
Además, señala que los padres o cuidadores deben lavar la ropa del bebé antes de que la vuelva usar.
No combines productos
Aunque muchas veces se utiliza protector solar y a la vez el repelente para proteger al niño, esta combinación puede ser perjudicial. La razón: el protector solar debe aplicarse cada dos horas, ya que está más expuesto al sol, y sumado al repelente puede ser mayor la concentración de DEET en la piel del niño.
No existe evidencia sobre los repelentes naturales
Actualmente también existen repelentes hechos de productos naturales compuestos de citronela, geranio, menta y aceite de soja. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) señala que son seguros pero no se ha probado su eficacia. La única función que tienen este tipo de repelentes es mantener alejados a los insectos solo por un tiempo.