El 2 de noviembre del 2019, María Pía Raffo alcanzó aquello para lo que venía preparándose hacía ocho meses: tras 10 horas de carrera en el triatlón Ironman Florida, consiguió el primer puesto en su categoría. La victoria significaba haber clasificado al Campeonato Mundial de Ironman Hawaii, el triatlón más importante del mundo y que está –por ahora- programado para el 10 de octubre de este año.
Con la declaratoria del estado de emergencia, los planes cambiaron. Antes de decretarse la cuarentena por el coronavirus, María Pía –quien ha alcanzado los primeros puestos en más de diez carreras a nivel nacional e internacional- se levantaba a las 4:20 de la madrugada para correr, nadar o montar bicicleta. En el nuevo escenario generado por la pandemia, la preparación física para uno de los eventos deportivos más difíciles del mundo dio un giro hacia lo virtual.
Para entrenar, ahora, Raffo conecta su bicicleta estática a un aparato llamado ‘Smart Trainer’, que, a su vez, se conecta a una aplicación de nombre ‘Zwift’ en la computadora. Esta aplicación permite entrenar y competir virtualmente con personas de todo el mundo. “La gente está tan emocionada [con la aplicación] que, cuando la usan en grupo, algunos usan al mismo tiempo ‘Zoom’ para verse la cara”, cuenta.
La triatleta, además, comenta que la aplicación se ha vuelto tan popular alrededor del mundo en tiempos de coronavirus que se organizan carreras de alta competitividad en las que participan personas de distintos países. “La gente se pelea por los cupos, porque máximo entran 100 personas por carrera”, explica.
Pero la necesidad de ejercitarse desde la casa en tiempos de cuarentena no es exclusiva de los deportistas experimentados.
“Si dejamos de hacer actividad física, pasan varias cosas”, explica Luis León, médico endocrinólogo de la clínica Angloamericana. “La primera es que perdemos masa muscular y comenzamos a ganar grasa abdominal. Esto incrementa el riesgo cardiovascular y, por lo tanto, de sufrir diabetes, hipertensión y obesidad”, agrega.
Los peligros de aumentar mucho de peso, además, son mayores en el contexto del coronavirus. Según León, la obesidad es el segundo factor de riesgo más importante en pacientes con COVID-19, después de la edad.
Para el médico, de 15 a 20 minutos de ejercicio al día desde casa son suficientes para mantener lejos los peligros de la inactividad.
-DEL GIMNASIO LAS PANTALLAS-
Era inevitable que, con la llegada del coronavirus, las formas de ejercitarse se hayan transformado. En medio de la cuarentena, negocios como gimnasios, academias y centros deportivos intentan reinventarse para adaptarse a la nueva normalidad que el aislamiento social obligatorio supone. Los ejemplos abundan.
Almudena Gallo tiene 23 años y estudia psicología. Antes de sus clases virtuales universitarias, prende su computadora para ejercitarse desde la sala de su casa, a través de la plataforma deportiva de ‘Vanna Coach’, un centro de alto rendimiento deportivo que, hasta antes de la emergencia nacional, ofrecía entrenamientos de resistencia y fuerza. Tras el aislamiento social obligatorio, el centro empezó a dictar las clases por ‘Zoom’, la plataforma para reuniones virtuales.
“Los días que entreno estoy de mucho mejor humor, con más energía. Me siento sana, me siento fuerte. Definitivamente el deporte es algo que me ayuda a no sentirme encerrada en la cuarentena”, comenta Almudena.
Cuando el presidente de la República Martín Vizcarra decretó la cuarentena, el 15 de marzo, María Paz León estaba solo a días de inaugurar ‘Boost studio’, un centro de entrenamiento para practicar cuatro disciplinas: bicicleta estacionaria, fortalecimiento, pilates y barre.
Al darse cuenta de que el aislamiento social obligatorio duraría más de dos semanas, María Paz y su equipo cambiaron -en tiempo récord- el esquema del negocio. Mediante una plataforma virtual, crearon un programa integral que ofrece clases de las cuatro disciplinas y pone a disposición de los alumnos un grupo de soporte vía WhatsApp. Uno de los servicios ofrecidos por la empresa incluye el alquiler de la bicicleta estacionaria.
“Es como un Netflix de deportes”, dice León. “Tienes un correo y una contraseña, una vez que ingresas puedes ver todas las clases que están colgadas y que vamos actualizando. También tienes charlas motivacionales y nutricionales en vivo”.
Otra práctica que se adapta en tiempos de pandemia es el yoga. Kiana de Azambuja, profesora de esta disciplina, ha pasado de dictar clases presenciales a virtuales vía ‘Zoom’ y mediante videos en vivo transmitidos desde su cuenta de Instagram.
“El yoga tiene beneficios físicos, como el fortalecimiento de los músculos, la oxigenación de las articulaciones y el incremento de la flexibilidad”, explica De Azambuja. “Pero tiene también muchos beneficios emocionales: genera endorfinas, lo cual mejora tu estado de ánimo. El yoga también equilibra tu sistema nervioso, reduce los niveles de estrés y regula los niveles de ansiedad".
Por ello, sostiene De Azambuja, practicar yoga puede ser particularmente provechoso durante el aislamiento social. “El yoga consiste en regresar al momento presente, a no involucrarte con tus pensamientos. Entonces, en estos momentos de incertidumbre y de miedo sobre qué va a pasar en el futuro, esta práctica te ayuda a mantenerte en el momento presente. Te da herramientas para controlarte emocionalmente”, precisa.
Hay, por otro lado, prácticas que, por su naturaleza, no pueden adaptarse al mundo virtual. Una de estas es el jiu jitsu brasileño, un arte marcial que consiste en la lucha cuerpo a cuerpo en el suelo. Ante la inviabilidad de practicar la disciplina en un contexto en el que el contacto físico debe evitarse a toda costa, hay quienes encuentran la manera de no perder la práctica. Un ejemplo es ‘Lab 266’, una academia de jiu jitsu fundada por los hermanos Enrique y Samir Chaluja.
“Lo que estamos haciendo, en ‘Zoom’, son unas rutinas que tienen ejercicios que usas en casi todas las técnicas de jiu jutsu, de modo que, cuando regresemos a la academia, ya tengamos los movimientos necesarios entrenados y no hayamos perdido la práctica”, explica Enrique.
-NO DESCUIDAR LA ALIMENTACIÓN-
Pero el deporte, señala el endocrinólogo León, no es lo único a lo que se debe prestar atención durante la cuarentena. “Está pasando mucho que, al estar encerrados, redescubrimos la cocina. Lo que estamos haciendo es aumentar el consumo de harinas y azúcares. Debemos, en cambio, aumentar el consumo de proteínas y grasas buenas, como las provenientes de frutos secos”, indica.
De acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del INEI, en el 2018 el 37,3% de las personas de 15 y más años de edad tenía sobrepeso y el 22,7% tiene obesidad. Cifras que sirven de recordatorio para no descuidar la alimentación y la actividad física en un contexto en el que no podemos salir de casa.
-¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?-
Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.
Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
-Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla-
- Antes de ponerse una mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cúbrase la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y la máscara.
- Evite tocar la mascarilla mientras la usa; si lo hace, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Cámbiese de mascarilla tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
- Para quitarse la mascarilla: quítesela por detrás (no toque la parte delantera de la mascarilla); deséchela inmediatamente en un recipiente cerrado; y lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.