Los árboles empezaron a desaparecer de la avenida Benavides en julio del 2018. Durante las noches, personal de la Municipalidad de Lima retiraba ficus y tipas de la berma central y, por las mañanas, los vecinos solo encontraban huecos en medio del césped. Fue así hasta el domingo 22. Esa madrugada, Soledad Santana salió de su casa celular en mano y logró grabar el momento en que una grúa arrancaba de raíz uno de esos árboles que tenían más de 50 años de vida. Ese fue el comienzo del colectivo Salvemos Benavides, que lleva más de dos años intentando proteger las áreas verdes y el espacio público de Surco.
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“Nos íbamos a dormir y despertábamos sin árboles. Tuvimos que hacer rondas nocturnas desde las 11 de la noche hasta las 2 de la madrugada”, cuenta Soledad, quien a sus 63 años es miembro activa del movimiento vecinal.
El retiro de árboles era parte de la obra Mejoramiento y ampliación de la Av. Alfredo Benavides – Tramo II, desde el óvalo Los Cabitos hasta la Av. Velasco Astete, ejecutada por la Empresa Municipal Administradora de Peaje (Emape) en la gestión del exalcalde Luis Castañeda Lossio. El monto de la obra era S/5,4 millones y se incluía la construcción de un tercer carril en el área de la berma lateral.
En las primeras semanas de trabajos se retiraron, oficialmente, 23 árboles entre las cuadras 41 a la 37 de la vía. Según cuentan los vecinos más antiguos de la zona, estos habían sido plantados por sus padres por lo menos hace 50 años.
Con marchas, carteles, gigantografías, plantones y un activismo incesante, los vecinos pusieron en evidencia que la obra no contaba con estudios, no solucionaba el problema del tráfico vehicular y desprotegía al peatón. Y, por supuesto, significaba un atentado contra los árboles y las áreas verdes del distrito. La gestión municipal del exalcalde de Surco, Roberto Gómez Baca, se sumó a los reclamos y presentó una acción de amparo en el Poder Judicial para que las obras se frenen.
Gracias a las protestas, los trabajos se paralizaron y, finalmente, el tercer carril fue cancelado por la gestión del alcalde Jorge Muñoz en agosto del año pasado. Para ese momento, el asfalto estaba deteriorado, las veredas tenían huecos y los 15 árboles que se salvaron de la extracción quedaron en medio de la nada.
“Le ganamos a Castañeda”, dicen orgullosos los miembros del colectivo. Pero, su lucha no ha terminado. La construcción incompleta dejó daños en la avenida Benavides que aún hoy tienen repercusiones. Además, no se ha podido ubicar a dónde fueron trasladados los árboles retirados ni determinar cuál fue la cantidad de área verde perdida por los trabajos. “Nos dijeron que movieron los árboles más adelante [de la avenida Benavides], pero cuando los fuimos a buscar estaban muriéndose porque no los regaban y otros están inubicables. Hay árboles que se llevaron y que nunca aparecieron en los registros”, dice María Teresa Girón, integrante del grupo vecinal.
Sobre el cuidado de los que quedan, los vecinos aseguran que son ellos mismos los que se encargan de regarlos porque el municipio distrital no participa en el mantenimiento de los árboles se encuentran en los laterales de la avenida. Este Diario buscó la versión de la comuna distrital y aseguraron que sí cumplen con el regado de las áreas verdes de la zona.
CARRIL DE LA DISCORDIA
El 11 de agosto pasado, la fotografía de un árbol “en medio” en el tercer carril de la avenida Benavides se hizo viral en redes sociales. Lo que más preocupó a los vecinos fue que el tercer carril había sido asfaltado pese a que supuestamente había sido eliminado el año anterior.
“El árbol no estaba invadiendo nada, no tenían por qué asfaltar ese carril. Tuvimos una reunión en febrero con la Subgerencia Socio Ambiental de Emape en la que se informó que el recapeo [cambio de una carpeta asfáltica] por la obra mal hecha se haría solo en el primer y segundo carril. No en el tercero porque fue eliminado el año pasado”, indica Carla Astete, también integrante del colectivo ciudadano.
El recapeo fue realizado por el Consorcio Vial Norte, a cargo de los primeros trabajos, desde el 8 de julio pasado. La comuna limeña informó que la empresa asumió la reposición de la carpeta asfáltica de todo el tramo luego de llegar a una conciliación por la obra inconclusa.
La semana pasada, tras la foto viral y la protesta de los vecinos, Emape instaló un cerco de seguridad alrededor de los árboles y pintó unas líneas amarillas para que los automóviles no ingresaran a dicho carril.
Sin embargo, Salvemos Benavides exige que se garantice que el tercer carril eliminado vuelva a ser berma lateral hasta la avenida Velazco Astete y no solo hasta Ayacucho. Además, temen que el fondo de la ampliación de la vía sea un futuro cambio de zonificación.
“La pista ha quedado al mismo nivel de la vereda que además es muy angosta. Necesitamos una barrera física para que ningún carro ingrese a ese carril porque es un peligro para los peatones”, sostiene agrega María Teresa. Con las colas por la presencia de bancos, Sunat y Sunarp en la zona, las personas que transitan por la zona tienen dificultades mantener el aislamiento social obligatorio para evitar contagios de COVID-19. Estos pedidos fueron incluidos en una carta notarial enviada a Emape el martes 11 de agosto.
FUTURO REDISEÑO
Emape informó a El Comercio que ha desarrollado un expediente técnico que propone darle “una solución definitiva al problema suscitado, el cual recoge la opinión de los vecinos y demás aspectos sociales y ambientales establecidos en el marco de la normativa vigente”.
Según la comuna, dicho expediente incluye la construcción de jardineras y estacionamientos con el objetivo de proteger los árboles. “La franja donde se encuentran actualmente, se mantendrá como berma lateral y no será vía vehicular”, enfatizan.
Los vecinos van más allá y piden que se garantice un rediseño que mejore la señalización, que no permita cuellos de botella por tener dos y tres carriles en tramos distintos de la vía, que los semáforos tengan una correcta sincronización y que toda infraestructura que se instale proteja al peatón. “El problema es que sigue priorizando a los automóviles y no a las personas”, enfatiza María Teresa.
Hasta que la vía no sea segura, el colectivo Salvemos Benavides promete no bajar los brazos. Ya cumplieron dos años haciéndolo.
Quienes tengan reportes de árboles desprotegidos por trabajos en pistas y veredas, envíen sus imágenes al correo desdelaredaccion@comercio.com.pe o etiqueten a la cuenta @Lima_ecpe en Twitter.
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