Juan Máximo Reynoso Guzmán es uno de los mejores entrenadores que ha parido esta tierra. Suele armar equipos con pocas grietas, obsesivos para recuperar el balón y con filo al momento de atacar. Privilegia el orden antes que la elegancia, esa que desparramaba con generosidad con las camisetas de la ‘U’ o la selección.
A diferencia de otros técnicos que disfrazan su grisura con márketing de Guardiolas en potencia, al ‘Cabezón’ los periodistas le repelen. No les gusta. Desconfía. Dicen quienes lo conocen que hasta los desprecia.
►MTC revisará las habilitaciones técnicas de todos los terminales terrestres del país
Si Reynoso no quiere hablar con la prensa es cosa suya. Declarar no le hará ganar más partidos. Los clubes le pagan para hacer rendir a sus equipos, no para dar entrevistas.
Este 28 de marzo, el señor Edmer Trujillo cumplirá un año como ministro de Transportes y Comunicaciones. Llegó como reemplazo de Bruno Giuffra, luego de que los ‘mamani videos’ pulverizaran la carrera política del empresario ‘pepekausa’.
Al igual que Reynoso, al señor Trujillo la prensa le repele. Da pocas entrevistas. Generalmente declara cuando no puede evitarlo, como ocurrió ayer a la salida de la Comisión de Transportes del Congreso.
A diferencia del entrenador del Real Garcilaso, el señor Trujillo está obligado a dar la cara. No trabaja para un club, lo hace para todos los peruanos. El sueldo que recibe cada fin de mes se lo pagamos con nuestros impuestos.
De no haber ocurrido la tragedia de Fiori, probablemente el señor Trujillo se hubiera mantenido en la comodidad que otorga vivir en el perfil bajo, sabe Dios por qué.
En El Comercio llevamos meses publicando reportajes sobre la tragedia diaria del transporte. Con #Notepases hemos denunciado las rendijas de un sistema organizado para entronizar el caos. Un conjunto de normas astutamente enmarañado, que permite escabullirse a los conductores tramposos, entregar un brevete a una persona casi ciega o transitar a ‘La Bestia de Petit Thouars’, una coaster destartalada que cometía veinte infracciones cada media hora.
La responsabilidad no es solo del ministerio. Los municipios, la policía y otras autoridades tienen parte en este laberinto diario, hechura de la lenidad y la malicia, sobre el cual pareciera haber poco interés para ser corregido.
Pero el representante del ente rector del transporte tiene que hacer sentir su voz. Desde aquí se la hemos solicitado varias veces, no con ánimo combativo, sino para conocer aspectos básicos de su labor.
Nos gustaría saber si el Gobierno cuenta con un plan integral para resolver el problema del transporte y no solamente una posición reactiva. Asimismo, de qué manera conciliará sus funciones con la Autoridad de Transporte Urbano.
El señor Trujillo no está obligado a declarar a El Comercio. Sí lo está a hablar. Los ciudadanos tenemos derecho a saber. 
*El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.