El director artístico de la Bienal de Venecia, enfoca la muestra mundial sobre los más urgentes problemas de la cultura actual.
El director artístico de la Bienal de Venecia, enfoca la muestra mundial sobre los más urgentes problemas de la cultura actual.
Enrique Planas

Se trata de un falso proverbio chino, creado en Occidente y repetido por políticos anglosajones: "Ojalá vivas en tiempos interesantes". Parece un contrasentido pero, bien mirado, la frase tiene razón. El interés de una época es directamente proporcional a los problemas y conflictos que sucedan en ella. Nosotros, en cambio, preferimos vivir en nuestra zona de confort, sin sobresaltos, entregados a lo previsible y lo estable.

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Pero (Nueva York, 1957) ha llegado a Venecia para sacudir al público y la crítica de toda conformidad. Para ello, ha reunido a 79 artistas en dos exposiciones muy ancladas en el presente, con propuestas que parten de la reflexión sobre las "fake news" y la "post verdad" que pululan en las redes sociales. El título acuñado por el director artístico de la Bienal veneciana, "May You Live in Interesting Times", es un 'fake' en sí mismo, pues Confucio nunca acuñó tal frase. la utiliza como una invitación para que permanezcamos atentos al engaño: "Las redes sociales amplificaron el impacto de las noticias falsas, y la idea de verdad incuestionable se está poniendo en tela de juicio", afirma.

"El surgimiento de las noticias falsas nos hablan del sueño de Internet como un lugar donde la información se generaría libremente, pero a su vez nos olvidamos que hay desinformación gratuita, y que todo se mezcla sin poder distinguir la información fidedigna de la que no lo es, desarrollándose tribus en torno a eso, con cada una defendiendo su verdad", explicó. La exposición internacional de la convive con 91 pabellones nacionales distribuidos entre los Giardini, el Arsenale y otros puntos de la ciudad de los canales, a los que se han incorporado este año Argelia, Ghana, Madagascar, Malasia y Paquistán, y que podrán verse desde el sábado 11 de mayo, al abrir la bienal sus puertas.

—Rol social del arte—
Por cierto, según el curador estadounidense, estos "tiempos interesantes" incluyen el auge de los nacionalismos y la crisis global de refugiados. "El rol social del arte no implica que los artistas hablen sobre la sociedad, sino que ayudan a entender muchas experiencias de forma más compleja, para evitar las simplificaciones. Somos criaturas que encontramos consuelo en los hábitos, y el arte ayuda a desaprender esos hábitos. Los artistas prestan atención a cosas que no solemos ver. Si prestamos atención, las cosas se pueden ver distintas", sostiene.

Entre los 79 artistas elegidos para su muestra, encontramos creadores de países como Jordania, Nigeria, Turquía, Kenia, Irán o Tailandia, junto con creadores de Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, Corea, China, Japón o Estados Unidos. La mayoría de artistas son nacidos en la década del 80. Solo hay cinco artistas latinoamericanos, los mexicanos Teresa Margolles y Gabriel Rico, los argentinos Tomás Saraceno y Ad Minoliti, y el uruguayo Jill Mulleady.

—Curador provocador—
ha sido elegido por la organización de la bienal por esta intención de confrontar al espectador. Ya como director del Wattis Institute de San Francisco (2000-2006), reunió varias obras "etéreas" -arquitecturas de aire o pinturas de tinta invisible- en "A Brief History of Invisible Art", muestra en las que cuestionaba cómo miramos el arte. Y a la cabeza de la Hayward Gallery de Londres (a la que llegó en 2006), se encargó de la curaduría de la Bienal de Lyon (Francia), titulada "La vida moderna" (2015), en la que buscó hablar del presente sin aspirar a ilustrarlo.

Con esta experiencia, el curador responsable de la actual edición de la bienal sabe lo que dice cuando afirma que las bienales deben tomar en cuenta su tiempo y su circunstancia. "Las bienales son como un reloj, un mecanismo que permite ver el período en el que uno vive", resume.

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