
Ozzy Osbourne, el legendario vocalista de Black Sabbath e ícono del heavy metal, falleció este martes 22 de julio a los 76 años. Su familia confirmó la noticia a través de un comunicado: “Fue esta mañana, rodeado de amor y con su familia cerca. Pedimos privacidad mientras atravesamos este dolor”.
Aunque su salud ya venía debilitándose desde hace varios años,en 2020 reveló que vivía con Parkinson desde 2003, Osbourne seguía aferrado al escenario. De hecho, su última aparición pública fue el pasado 5 de julio en Birmingham, durante el concierto de despedida de Black Sabbath. Y Ozzy hizo mucho más que música.
Su ADN enlatado: su locura final
En junio, apenas semanas antes de su muerte, Osbourne volvió a demostrar por qué fue el Príncipe de las Tinieblas. En una colaboración con la marca de bebidas Liquid Death, lanzó una edición limitada de latas vacías de té helado que él mismo había bebido, aplastado y firmado. El detalle extraño: contenían rastros de su saliva. En otras palabras, su ADN.

Cada una se vendió por 450 dólares y se promocionó como parte de la campaña Infinitely Recyclable Ozzy (Ozzy infinitamente reciclable). Solo salieron 10 al mercado y, por supuesto, se agotaron.
El comercial sugería que, una vez que la ley lo permitiera, podrías clonar a Ozzy para tener tu propio rockero personal. “¡Clónenme, bastardos!”, exigía él mismo en el anuncio.
Eso sí, el aviso legal aclaraba en letra pequeña: “No se garantiza la integridad del ADN ni los resultados del proceso de clonación”.

Travis Barker compró una
Uno de los compradores fue Travis Barker, baterista de Blink-182, quien no dudó en compartir su preciado trofeo en sus redes sociales.

En sus historias de Instagram, mostró orgulloso la lata vacía firmada por Osbourne, acompañada de emojis que dejaban claro que entendía la excentricidad del momento y que, por supuesto, no esperaba menos de Ozzy.

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