Hace más de 35 años, la mansión de la familia Menendez en Beverly Hills se tiñó de sangre cuando los hermanos Lyle y Erik acabaron con la vida de sus padres tras descargar una ráfaga de disparos de sus rifles. La noticia ocupó las portadas de todos los medios de comunicación, que buscaban respuestas ante horrendo crimen; tiempo después, los jóvenes fueron sentenciados a dos cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional. Aunque la justicia determinó que eran culpables de asesinato en primer grado y conspiración para cometer asesinato, aún muchas preguntas siguen rondando la mente de las personas que se preguntan ¿qué los motivó a acabar con la vida de sus progenitores? En esta nota, trataremos de responder esta incógnita.
Lo que se vivió aquella trágica noche del 20 de agosto de 1989, así como antes y después se muestra en “Monstruos: La historia de los hermanos Lyle y Erik Menendez”, la serie que aterriza en Netflix el 19 de septiembre de 2024.
EL DÍA DEL CRIMEN Y LA CONFESIÓN
Para tratar de responder qué llevó a los hermanos matar a sus padres, debemos retroceder al día del crimen: el 20 de agosto de 1989. Aquella noche, Kitty y su esposo José Menendez estaban en el salón de su mansión viendo la película “La espía que me amó”. Ellos se encontraban solos, pues sus hijos habían salido, pero pronto regresaron para cometer el crimen. Ni bien ingresaron, los jóvenes de 21 y 18 años dispararon varias veces contra los seres que les dieron la vida y se fueron al cine, tal como lo planearon. Al retornar nuevamente, poco antes de la medianoche, llamaron al 911 pidiendo ayuda: “Mataron a mis padres. [No sé quién les disparó] acabo de llegar”, decía desesperado Lyle.
Aunque en ese momento no sospecharon de ambos, poco después fijaron su mirada sobre ellos porque tuvieron un radical cambio en sus vidas. La confirmación llegó a los meses cuando el terapeuta de Erik Menendez contó a la policía que este le confesó haber asesinado a sus padres con ayuda de Lyle. Ya no había dudas, ellos eran los asesinos.
PARA LA JUSTICIA, ¿QUÉ LLEVÓ A LOS HERMANOS LYLE Y ERIK MENENDEZ ASESINAR A SUS PADRES?
Para las autoridades, los hermanos Lyle y Erik asesinaron a sus padres con la única intención de quedarse con toda la fortuna y propiedades de sus progenitores. Es más, poco después del crimen, ellos cambiaron sus estilos de vida, pues amaban el lujo y derrochaban dinero
Por ejemplo, mientras Lyle compró un costoso reloj Rolex, un Porsche 911 y el Chuck’s Spring Street Cafe, un restaurante de buffalo wings en Princeton; Erik contrató a un entrenador de tenis a tiempo completo para competir en torneos. No sólo ello, se mudaron a dos áticos de lujo, viajaron en el Mercedes-Benz SL de su difunta madre por Los Ángeles y se fueron al Caribe y Londres, entre otras actividades más que hicieron. De acuerdo con la Fiscalía, ambos gastaron un millón de dólares tras la muerte de sus progenitores.
LOS HERMANOS LYLE Y ERIK SE DEFIENDEN: “ELLOS ABUSARON DE NOSOTROS”
Cuando se inició el primer juicio en 1993, los hermanos justificaron su actuar y aseguraron que lo hicieron en defensa propia, pues temían por sus vidas. Según relataron, desde niños habían sido sometidos a constantes abusos, no sólo físicos y emocionales, también sexuales por parte de sus progenitores. Lyle contó que empezó a vivir esa pesadilla a los 6 años y se extendió unos dos años más, mientras que Erik también contó una historia similar, pero él aseguró que se prolongó hasta la muerte de su papá.
“[La relación con mi padre] era brutal, dolorosa, tortuosa”, dijo Erik en una entrevista con Barbara Walters en 1996. Por su parte, Lyle lamentó la muerte de su mamá en una entrevista a ABC News. “Aún lloro por ella, pero no la perdono. Su vida terminó y nuestras vidas esencialmente terminaron debido a esta fatídica decisión [asesinarla]. Ella tuvo que tomar una serie de decisiones para no contar lo que estaba sucediendo (supuesto abuso sexual). ¿Qué tipo de madre deja que eso ocurra?”, manifestó. Ese juicio fue declarado nulo y se realizó otro en el que no se permitieron testimonios de abusos y traumas familiares al no estar comprobados.
En 2017, Diane Vander Molen, prima de Lyle y Erik Menéndez, quien testificó en el primer juicio aseguró que sus primos decían la verdad sobre el abuso de sus progenitores. En entrevista con ABC News, contó que cuando ella tenía 17 años, su primo Lyle, de entonces 8 años, le reveló que su papá le hacía daño. “Tenía miedo de dormir en su propia cama porque temía que su padre viniera y abusara de él esa noche”, relató.
Al ver el miedo del pequeño, ella se lo contó a Kitty, quien se llevó a la fuerza a su hijo. Como el chico jamás volvió a tocar el tema, ella asumió que su tía había tomado cartas en el asunto, pero no fue así.
MIRA AQUÍ EL TRÁILER DE “MONSTRUOS: LA HISTORIA DE LYLE Y ERIK MENENDEZ”
NETFLIX LANZÓ EL SEGUNDO TRÁILER DE LA SERIE
Periodista. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP). Más de diez años de experiencia en periodismo. Actualmente se desempeña como redactora del Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.