Las propinas dejadas de Estados Unidos por un servicio siempre son motivo de controversia. Hace dos años, un cliente dejó tres mil dólares de propina a una mesera y terminó siendo demandado por un restaurante. Esta vez, la trabajadora de una heladería de Minnesota fue despedida por sus jefes tras aceptar una propina de 100 dólares. La principal razón que esgrimió el local dio origen a una gran polémica en las redes sociales.
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Emily Swenson llevaba trabajando cinco años en The Freez, una heladería ubicada en Moorhead, Minnesota. Sin embargo, el pasado 22 de abril fue despedida por sus empleadores por aceptar una propina de 100 dólares por parte de una persona de la tercera edad.
El caso se dio a conocer a fines de abril por Seth y Lisa Swenson, padres de la joven y aseguraron que la joven se negó a aceptar la propina en un primer momento. “A nuestra hija le ofrecieron una propina de $100 y le dijeron al cliente que no podía aceptarla. El cliente puso $100 en el frasco de propinas y se fue”, explicó la pareja en su cuenta de Facebook.
Heladería afirma que algunos de sus clientes sufren demencia
El pasado 24 de abril, The Freez publicó un “Formulario de aviso de advertencia al empleado” en el que revela que aplicará medidas correctivas a Emily. La empresa se ampara en que algunos de sus clientes son personas de la tercera edad que sufren de demencia, una enfermedad que afecta a la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas.
“Emily necesita comprender que algunos de nuestros clientes son personas mayores y podrían estar sufriendo demencia u otras enfermedades que les dificultan comprender sus acciones”, decía la tienda en el aviso.
“Nadie en su estado de ánimo adecuado da una propina de $100 en un lugar donde cada elemento del menú cuesta menos de $12″, se lee en otra parte del formulario.
Un día después, Emily fue despedida por la heladería y, a través de las redes sociales, alegó que no fue despedida por recibir la propina de cliente.
“No despedimos al empleado adulto a voluntad de 5 años por aceptar una propina. Hay más en la historia”, escribió la tienda en una publicación de Facebook.
“No entraremos en detalles, es un asunto personal. Sin embargo, creemos que, si los padres publican para un hijo adulto, no le han hecho las preguntas correctas a su hija adulta. Somos una pequeña empresa basada en una sólida ética de trabajo y valores de Moorhead. Nuestros valores y expectativas reflejan los de la comunidad y nuestros clientes”, agregó.
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