Martin Pistorius es un hombre de Sudáfrica que pasó 13 años en coma; sin embargo, pudo recuperarse y sorprendió a todos al contar una inquietante historia.
Sus problemas comenzaron cuando apenas tenía 12 años. Por aquel entonces, llegó a casa de la escuela con un fuerte dolor de garganta.
Tras ser llevado al médico, le diagnosticaron gripe y le dieron el tratamiento habitual. No obstante, su condición empeoró con el paso de los días y tuvo que ser hospitalizado.
“Di positivo por meningitis criptocócica y tuberculosis cerebral y me trataron por ambas”, dijo Pistorius al medio LADBible. “Mi cuerpo se debilitó y perdí la capacidad de hablar y controlar mis movimientos”.
De un momento para otro, Martin estaba postrado en una cama en estado vegetativo. Lo más frustraste era que a Joan y Rodney, los padres, no se les dio una razón concluyente de por qué el cuerpo del niño simplemente “se apagó”.
“Pude oír, ver y comprender todo lo que me rodeaba, pero no tenía absolutamente ningún poder ni control sobre nada”, recordó. “Para mí, ese sentimiento de completa y absoluta impotencia es probablemente el peor sentimiento que he experimentado, y espero no tener que volver a experimentarlo nunca más. Es como si no existieras, cada cosa en tu vida es decidida por alguien”.
“Todo, desde la ropa que usas, hasta lo que comes y bebes, incluso si comes o bebes, hasta dónde estarás mañana o la próxima semana, y no hay nada que puedas hacer al respecto”, agregó.
Debido a su estado, ninguno de sus familiares ni tampoco los médicos se dieron cuenta de que el hombre había recuperado la conciencia y observaba todo lo que le rodeaba.
Su método para “mantener la cordura”
Martin explicó que, en un intento por “mantener la cordura”, solía utilizar su imaginación: “Me imaginaba todo tipo de cosas, como ser muy pequeño y subirme a una nave espacial y volar lejos. O que mi silla de ruedas se transformaría mágicamente en un vehículo volador”.
“A veces observaba cómo se movían las cosas, ya fuera cómo se movía la luz del sol a lo largo del día. O veía insectos de algún tipo que se escabullían, pero, en realidad, vivía en mi mente hasta el punto en que a veces no me daba cuenta del mundo que me rodeaba”, añadió.
En 2001, cuando Pistorius tenía 25 años, la cuidadora suplente Virna van der Walt animó a sus padres a llevarlo al Centro de Comunicación Aumentativa y Alternativa de la Universidad de Pretoria.
Fue allí donde un investigador, con ayuda de una hoja de papel y símbolos, llevó a cabo una prueba para determinar si estaba consciente y podía comunicarse. Se le pidió que localizara un objeto usando sus ojos y, en cuestión de minutos, el hombre pasó el test.
Así, Martin pudo revelar que, durante los últimos 13 años, miraba y escuchaba todo; sin embargo, nunca pudo hacérselo saber a alguien debido a que su cuerpo estaba paralizado. Básicamente, estuvo “atrapado” dentro de sí mismo durante todo ese tiempo.
“Atrapado” en su propio cuerpo
Tras la inquietante revelación, sus padres invirtieron en una computadora precargada con un software de comunicación, similar a la tecnología utilizada por el difunto físico teórico Stephen Hawking, para poder hablar con él.
Pistorius seleccionaría letras, palabras o símbolos en el dispositivo por medio de una banda atada a su cabeza que haría de ratón de computadora.
Gracias a que aprendió a comunicarse, su vida cambió radicalmente: empezó a trabajar en el lugar donde estuvo internado y conoció al amor de su vida, Joanna. En 2009 se casaron.
En 2018 dieron la bienvenida a su hijo Sebastian Albert Pistorius. En la actualidad, Martin se dedica a compartir su vida diaria a través de su cuenta de Instagram.
El hombre, quien ahora trabaja como informático y desarrollador web, publicó un libro llamado “Cuando era invisible: La increíble historia del niño que vivió 12 años atrapado por su cuerpo inmóvil”, en dónde comparte todos los detalles de su increíble historia.