
Las recientes redadas de ICE en Estados Unidos han encendido un temor silencioso en muchas comunidades. Tanto, que algunos inmigrantes han optado por no salir ni siquiera a comprar comida. Este es el caso de Yasmin, una inmigrante salvadoreña en Los Ángeles que asegura sentirse prisionera dentro de su propio hogar.
“He tenido que aprender a hacer mis compras en línea. Antes sabía que existían esas aplicaciones, pero nunca me interesaron. Ahora no me queda de otra. Hago los pedidos desde el celular y los recibo en la puerta, aunque todavía me da miedo abrirle al repartidor”, confiesa a Univision Noticias.

Su situación refleja un sentimiento compartido por miles de inmigrantes que viven bajo la amenaza constante de una redada de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas). Yasmin ha instalado cámaras de seguridad para vigilar lo que sucede a su alrededor. Solo sale cuando es estrictamente necesario.
“Esta situación es angustiante. Nunca imaginamos tener que vivir así, pero no tengo otra opción. Vine con un sueño, con una meta, y tengo familia que depende de mí. No puedo regresar. Las condiciones en El Salvador no son las adecuadas para empezar de nuevo”, afirma con firmeza.

Sin embargo, ese encierro forzado ya le pasa factura. En lo económico, por los sobrecostos de los servicios de entrega. Y en lo emocional, por el impacto de vivir constantemente en alerta.
“Estar encerrada, vivir con pánico, con miedo, es estresante”, dice. Jazmín es solo una historia entre muchas. Una historia marcada por el miedo.

¡Mantente al tanto de los temas que importan en Estados Unidos 🇺🇸! Únete a nuestro canal de WhatsApp. 👉 Haz clic aquí y sé parte de nuestra comunidad. ¡Te esperamos!












