Una de las cosas más comunes, al ir a un hospital, es el análisis de sangre. Aunque se trata de una prueba bastante común, el procedimiento puede generar mucha ansiedad en algunas personas, ya sea por el miedo a las agujas o por la anticipación del dolor, incluso si es leve. Afortunadamente, una enfermera compartió un sencillo truco para calmar los nervios antes de someterse a este tipo de exámenes.
Según la profesional, quien se hace llamar @enfermerabuscavena, oler sustancias con un aroma intenso, como alcohol, hidrogel o perfume, puede ayudar a distraer la mente y reducir la ansiedad durante un análisis de sangre.
“El cerebro se va a distraer en ese olor tan fuerte y no pensará en la extracción sanguínea”, señaló la enfermera.
Por otra parte, es importante que le comuniques a la enfermera o al médico tu miedo a las agujas. De esta manera, ellos podrán tomar las precauciones necesarias para que la experiencia sea lo más tranquila posible.
De no poner en práctica este truco, y si notas que te estás mareando, la profesional recomienda tumbarse con las piernas en alto.
Cuando una persona se siente nerviosa o ansiosa ante la extracción de sangre, su presión arterial puede disminuir, lo que puede llevar a un desmayo. Al elevar las piernas, se favorece el retorno venoso al corazón, es decir, la sangre fluye más fácilmente hacia el corazón. Esto ayuda a mantener una presión arterial más estable y reduce el riesgo de que la persona pierda el conocimiento.
Para qué sirve un análisis de sangre y cómo prepararse para uno
Según Medline Plus, los análisis de sangre son pruebas de laboratorio que permiten obtener información valiosa sobre nuestra salud. Sirven para diagnosticar diversas afecciones como la anemia, infecciones, problemas de coagulación, cáncer y enfermedades del sistema inmunitario.
Además, ayudan a monitorear el progreso de enfermedades crónicas, como la diabetes o el colesterol alto, y evaluar la eficacia de los tratamientos.
La preparación para un análisis de sangre suele ser sencilla, pero es importante seguir las indicaciones de tu médico. Generalmente, se recomienda ayunar durante un período determinado antes de la prueba, especialmente si se van a medir niveles de glucosa o lípidos.
Algunos medicamentos pueden interferir con los resultados, por lo que es importante informar a tu médico sobre los fármacos que estés tomando.