Presley Davis se ha convertido en un excelente ejemplo para todos. Con solo 10 años, es una niña muy responsable. Tanto así que ayuda a su padre llamado Brandon Davis en la administración de un restaurante de Detroit (Michigan, Estados Unidos), el cual lleva su nombre: Presley’s Kitchen & Bar.
El progenitor, al ser entrevistado por People, contó que su hija siempre ha estado dispuesta a dar una mano en el negocio familiar, a tal punto que antes estuvo ayudando con el restaurante Novella’s Pizzeria & Bar, el cual se llama así por el nombre de la hermana menor de Presley
“Yo subía temprano por la mañana antes que nadie para encender los hornos, escribir la lista de preparación y hacer un poco de preparación”, aseguró Brandon. “Ella (Presley) siempre me rogaba para que pueda ir a ayudar. Al final la llevaba conmigo, le pedía que limpiara las mesas y las sillas, y que limpiara las paredes”, recordó.
La primera vez que recibió una propina
Un día, cuando el local estaba repleto y su padre se encontraba muy ocupado, la pequeña comenzó a limpiar las mesas y a ordenarlas. Como hizo un buen trabajo, alguien le dio una propina y ella pensó que era millonaria. “Ahí fue cuando quedó enganchada”, sostuvo el padre.
El hombre también indicó que a raíz de que ella siempre ha tenido opiniones firmes sobre la comida que preparan, el servicio y el ambiente, optaron por poner un restaurante con su nombre. Es así como ‘nació’ Presley’s Kitchen & Bar, el cual se ubica en el Hotel David Whitney, en el centro de Detroit, y se especializa en comida americana, hamburguesas con queso, pop tarts caseros y mucho más.
“Cuando mi esposa (Karissa) y yo trabajamos en la mesa de la cocina, ella comienza a intervenir y a ofrecer opiniones. Ahora, cuando vamos a restaurantes, Presley observa un poco la comida, el servicio y el ambiente de otros restaurantes para ver lo bueno y lo malo, y también para ver qué puede aportar a Presley’s”, aseveró el orgulloso padre.
De acuerdo a Brandon, ella solo ayuda en la administración cuando no está en el colegio y no tiene tareas escolares. Además, él considera que todo lo que hace por el establecimiento la prepara para el futuro.
“Tiene un espíritu emprendedor”
“Lo mejor de su ayuda es que le enseña una ética de trabajo valiosa: cómo seguir (instrucciones), cumplirlas y cómo hacer un buen trabajo”, recalcó el hombre, que considera que su hija puede hacer todo lo que se proponga; sin embargo, él cree que “tiene un espíritu emprendedor”, por lo que no puede imaginarla trabajando en un futuro “en una oficina o en un escritorio”. El tiempo lo dirá. Por lo pronto, el padre no puede estar más feliz por la hija que tiene.
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Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Redactor Real Time del Núcleo de Audiencias en secciones web especializadas en México y Estados Unidos dentro del Grupo El Comercio.