En un mundo lleno de malas noticias y estrés constante, es normal que la felicidad parezca difícil de alcanzar; sin embargo, hay formas en las que podemos entrenar nuestra mente para ver las cosas de manera más positiva. Una de ellas es aprovechar lo que se conoce como el “efecto de expectativa”.
¿Qué es el “efecto de expectativa”? En conversación con el medio HuffPost, el coach de vida Tomas Svitorka explicó que se trata de un fenómeno en el que “lo que esperamos que ocurra influye en cómo experimentamos lo que realmente sucede”.
Es decir, si anticipamos algo como divertido o útil, nuestro cerebro tiende a enfocarse en todo lo que confirme esa expectativa y a ignorar lo que no encaja con ella.
La terapeuta Erin Meyer lo describe como un sistema de predicción natural del cerebro. “Cuando esperas que algo suceda, bueno o malo, tu mente y tu cuerpo se alinean con ese resultado, muchas veces sin que te des cuenta”, dijo.
El "efecto de expectativa" ocurre cuando anticipamos un resultado positivo, lo que afecta al cuerpo y la mente. (Foto referencial: Freepik)
/ Esto impacta cómo te sientes, actúas y reaccionas en diferentes situaciones. Por ejemplo, pensar en hacer un trámite es algo que genera incomodidad, mientras que imaginar unas vacaciones en Hawai provoca entusiasmo.
Svitorka destaca que no se trata de “pensamiento mágico”, sino de cómo nuestros pensamientos afectan nuestras percepciones. “No es autoengaño, es escoger conscientemente una actitud que nos ayude a disfrutar más la vida”, explicó.
Incluso si no puedes controlar lo que ocurre, tus expectativas influyen en tu actitud, tus acciones y en cómo otros responden a ti.
Este enfoque puede aplicarse en momentos cotidianos. La terapeuta Natalie Moore propone cambiar pensamientos negativos por otros más constructivos. Por ejemplo, si temes aburrirte ante determinada situación, puedes llevar tu libro favorito o imaginar una conversación interesante. Esta práctica, aunque simple, puede hacer una gran diferencia en tu experiencia.
Aplicar el "efecto de expectativa" en el día a día puede influir en nuestro estado de ánimo y en nuestras decisiones. (Foto referencial: Pixabay)
Expertos como la psiquiatra Sue Varma o la terapeuta Alexandria Tillard-Gates coinciden en que nuestras expectativas moldean nuestras acciones. Si esperas un buen resultado, tiendes a esforzarte más, lo que aumenta tus posibilidades de éxito. Según Varma: “Creemos en algo, nos esforzamos, y eso multiplica las oportunidades de lograrlo”.
Eso sí, mantener expectativas realistas es clave. Svitorka advierte que si se lleva al extremo, este enfoque puede volverse optimismo ciego. El truco está en ser positivo sin perder de vista la realidad.
Como dijo Meyer: “No se trata de desear algo y ya. Se trata de alinear tus pensamientos, energía y comportamiento con lo que deseas experimentar, mientras te mantienes presente y con los pies en la tierra”.
Aunque no elimina problemas, este método puede ayudarnos a enfrentar la realidad de forma más optimista. (Foto referencial: Freepik)
Otras formas de encontrar la felicidad
Según Psychology Today, la felicidad se construye a través de la práctica constante de cultivar el bienestar emocional. Esto implica disfrutar de los pequeños placeres cotidianos, buscar actividades que nos desafíen y apasionen, y establecer metas personales alcanzables.
La gratitud, la práctica de la bondad y el optimismo son herramientas claves para fortalecer nuestro bienestar interior. Además, es importante mantener relaciones sociales sólidas y cultivar un sentido de pertenencia, ya que las conexiones significativas son pilares de la felicidad.
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