
Un bebé requiere de cuidados especiales en sus primeros meses de vida y está propenso a sufrir diversos problemas de salud, por lo que los padres deben estar atentos a cada detalle para evitar mayores complicaciones. Uno de estos hace referencia a una condición infantil que puede ser la primera señal de un trastorno ocular o neurológico. ¿Notaste que sus ojos ‘se mueven solos’ de un lado a otro? Hoy te explico, de la mano de una oftalmóloga, qué significa el nistagmo infantil y qué hacer para evitar daños en el desarrollo visual y motor del niño.
Es una alteración poco conocida por las personas, pero con implicancias profundas: se trata de un movimiento ocular involuntario, repetitivo y rítmico que puede notarse en los primeros meses de vida. A menudo, los padres perciben que los ojos se mueven sin poder fijarse en un objeto. Este movimiento puede ser horizontal, vertical o rotatorio y afecta la visión, a menudo causando visión borrosa.
“El movimiento puede variar entre lento y rápido, y, generalmente, ocurre en ambos ojos. Es posible que los ojos se muevan más cuando se mira en determinadas direcciones. Es posible que las personas que tienen nistagmo inclinen o giren la cabeza para ver con mayor claridad. Esto ayuda a que los movimientos de los ojos sean más lentos”, explican desde la American Academy of Ophthalmology.

Causas del nistagmo
El cerebro controla el movimiento de los ojos, pero en personas con nistagmo, estas áreas no funcionan correctamente. En algunos casos, las causas del nistagmo no son claras. En otros casos, el nistagmo puede estar asociado a otros problemas oculares:
- Tener antecedentes familiares de nistagmo
- Albinismo (falta de color o pigmentación en la piel)
- Una gran variedad de problemas oculares en bebés y niños, como cataratas, estrabismo y problemas para enfocar la vista
- Problemas en el oído interno, como la enfermedad de Ménière
- Esclerosis múltiple
- Accidente cerebrovascular (una causa frecuente del nistagmo adquirido en las personas mayores)
- Lesión en la cabeza (una causa frecuente del nistagmo adquirido en las personas jóvenes)
- Uso de ciertos medicamentos, como litio o medicamentos anticonvulsivos
- Consumo de drogas o alcohol

¿Cómo se detecta el nistagmo infantil y qué hacer para solucionarlo?
La observación por parte de los padres suele ser la primera alerta. Luego, el diagnóstico se confirma con una evaluación oftalmológica integral, exámenes específicos como video‑oculografía, resonancia magnética (si se sospecha causa neurológica) y estudios genéticos en algunos casos.
“Detectarlo a tiempo puede hacer una gran diferencia. Cuanto antes se interviene, mayores son las posibilidades de preservar una buena función visual, evitar problemas de autoestima o integración escolar, y anticipar trastornos más complejos que podrían pasar inadvertidos”, señala Marleni Mendoza, oftalmóloga y asesora científica de Laboratorios Lansier.
Aunque el nistagmo no tiene cura definitiva, sí existen formas de mejorar la visión y la calidad de vida del niño:
- Lentes o gafas especiales
- Cirugía de músculos oculares para reducir la intensidad de los movimientos
- Reeducación postural: algunos niños giran la cabeza para encontrar una posición de mirada más estable, llamada “posición nula”
- Apoyo educativo personalizado y adaptaciones visuales en el entorno escolar
La especialista advierte que el nistagmo infantil no es simplemente un “tic” visual, sino una condición que puede reflejar trastornos visuales o neurológicos importantes. Estar atentos a los movimientos oculares inusuales durante los primeros meses de vida y consultar al pediatra u oftalmólogo ante cualquier sospecha es fundamental para el desarrollo saludable del niño.
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