Entre el estrés y las tensiones del día a día, es fácil caer en malos hábitos sin darnos cuenta. Uno de los más comunes es morderse las uñas, un gesto que muchos empezamos de niños y seguimos haciendo en la adultez. Pero, ¿por qué lo hacemos? Hoy en Mag, voy a explorar y revelar qué sucede en nuestra mente cuando nos mordemos las uñas y qué es lo que realmente lo provoca.
Darse cuenta a tiempo
Las malas prácticas bucales pueden traer consigo serios problemas para quien las sufre. Por eso, profesionales de la salud como odontólogos, ortodoncistas, psicólogos y psiquiatras deben hacer un examen detallado de sus pacientes para detectar estos hábitos a tiempo y poder tratarlos adecuadamente.
Una de las más comunes es la onicofagia, que proviene del griego onyx (uña) y phagein (comer). Se trata de la costumbre de morderse o comer las uñas con los dientes, lo que puede causar daños en los dedos, dientes y uñas, además de provocar infecciones y dejar un aspecto poco atractivo en las manos.
¿Qué hay detrás de morderse las uñas?
A veces, morderse las uñas es solo un mal hábito, pero en otras ocasiones puede ser un signo de problemas más serios, como el trastorno de ansiedad generalizada, que necesita atención psicológica especializada.
Lo más importante para dejar un hábito como este es tener la firme decisión de hacerlo. Según un artículo elaborado por profesionales de diversas áreas de la Universidad Veracruzana, hay que ser consciente de que morderse las uñas suele ocurrir cuando estamos pasando por momentos de estrés o depresión, ya que nos da una sensación momentánea de alivio. Sin embargo, es clave poner en perspectiva los beneficios de dejar este hábito, comparados con las razones que nos motivan a seguir con él.
¿Qué consecuencias trae el morderse las uñas?
Morderse las uñas puede traer varias consecuencias negativas, tanto físicas como psicológicas. Según la citada publicación, algunas de las más comunes incluyen:
- Daños en las uñas y los dedos: El acto de morderlas puede debilitar las uñas, causar fracturas o infecciones, e incluso dañar la piel alrededor de los dedos.
- Problemas dentales: Al morderse las uñas, se pueden desgastar los dientes, provocar maloclusión o incluso problemas en la mandíbula.
- Infecciones: La boca está llena de bacterias, y al morder las uñas, estas bacterias pueden transferirse a las manos y las uñas, causando infecciones en las cutículas o debajo de las uñas.
- Estigma social: Las manos con uñas mordidas pueden ser vistas de forma negativa, lo que podría afectar la autoestima o generar incomodidad en situaciones sociales.
- Estrés y ansiedad: Aunque el hábito puede proporcionar una sensación temporal de alivio, morderse las uñas a menudo está relacionado con niveles altos de estrés, ansiedad o nerviosismo, lo que puede empeorar estos problemas emocionales.
- Consecuencias estéticas: Además de los problemas de salud, morderse las uñas puede dar un aspecto poco cuidado a las manos y las uñas, afectando la imagen personal.
Dejar este hábito puede ayudar a evitar estos problemas y mejorar tanto la salud física como emocional.
Cómo dejar de morderse las uñas
Hoy en día, es bastante común ver onicofagia en personas de todo tipo, pero padecerla no es para nada saludable. Por eso, se han creado diversas terapias para ayudar a dejar este hábito. A continuación, te recomendamos algunas estrategias para combatirlo:
- Cuidar las uñas: Limarlas, pintarlas, o colocarles un esmalte transparente. También puedes dejarlas crecer o aplicar una sustancia con sabor desagradable para alertarte cuando tengas la tentación de morderlas.
- Retirar la mano de la boca: En cuanto sientas el impulso de morderte las uñas, retira la mano y ocúpala en otra cosa para desviar la atención.
- Identificar las situaciones desencadenantes: Reconocer qué situaciones te inducen a morderte las uñas y tratar de neutralizar esos estímulos, ya sea buscando alternativas o cambiando el entorno.
- Buscar ayuda profesional: Acudir a un psicólogo o psiquiatra para abordar el problema de forma directa y trabajar en estrategias personalizadas para superarlo.
Con estos pasos, es posible reducir o eliminar este hábito, mejorando tanto la salud física como la emocional.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.