VIDA SALUDABLE | La nutricionista e investigadora nutricional Maya Vadiveloo ha revelado sus trucos para equilibrar salud y placer en lo relativo a la dieta. (Pexels)
VIDA SALUDABLE | La nutricionista e investigadora nutricional Maya Vadiveloo ha revelado sus trucos para equilibrar salud y placer en lo relativo a la dieta. (Pexels)
Oscar Guerrero Tello

Mantener una alimentación saludable sin caer en la obsesión es un desafío que muchas personas enfrentan diariamente. La idea de comer sano suele asociarse con dietas restrictivas y alimentos poco apetecibles, mientras que disfrutar de la comida evoca imágenes de platos indulgentes, como una hamburguesa con todos los extras. Sin embargo, existe un punto medio donde es posible cuidar de nuestra salud y, al mismo tiempo, disfrutar de la comida. Hoy vengo a traerte unos consejos de aquellos y que llegan gracias a Maya Vadiveloo, ella es nutricionista e investigadora nutricional y siempre comparte tips de vida saludable. Esta vez ha revelado en The New York Times sus trucos caseros para equilibrar salud y placer en lo relativo a la dieta. Te aseguro que es muy interesante, así como otros artículo que ya te he compartido como: o .

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“Evidentemente, paso bastante tiempo pensando en la comida”, explica la también profesora asociada de nutrición en la Universidad de Rhode Island a , “pero como madre soltera de una niña de 8 años, intento dar ejemplo de equilibrio y placer en lugar de perfección y rigidez”. Este enfoque le permite a la dietista disfrutar de la comida sin sacrificar su salud, algo que todos podríamos aprender a hacer.

El arte de picotear verduras sin privarse de los placeres

Una de las estrategias que Vadiveloo utiliza es tener siempre a mano verduras frescas para picotear. Zanahorias, rodajas de pepino y palitos de apio son sus opciones favoritas para un tentempié rápido. Esta práctica le permite alcanzar su objetivo diario de cinco raciones de frutas y verduras sin complicarse demasiado.

Pero Vadiveloo no se priva de los caprichos. Por ejemplo, disfruta de pretzels con sal y queso fundido cuando sale a comer fuera. Aunque no es la opción más equilibrada, ella se permite estos pequeños gustos sin sentirse culpable. Y es que privarse de nuestros alimentos favoritos puede ser contraproducente a largo plazo. Los nutricionistas suelen aconsejar permitirse indulgencias ocasionales para mantener una dieta saludable sin sentirse restringido.

“A veces, el mero hecho de permitirse algo hace que sea más fácil seguir un patrón más saludable”, afirma Vadiveloo. Disfrutar de la comida y mantenerse sano no son mutuamente excluyentes, y esta es una lección valiosa para todos.

Escuchar al cuerpo y satisfacer los antojos

Vadiveloo también comparte que es importante analizar los antojos de comida. Cuando siente la necesidad de darse un capricho, se pregunta qué es exactamente lo que desea en ese momento. Esto le ayuda a distinguir entre el hambre real y el deseo de comer por gula, estrés emocional o simplemente por hábito.

Si descubre que tiene hambre de verdad, opta primero por algo nutritivo como frutos secos, yogur, una pieza de fruta o zanahorias. Si aún siente el deseo de comer algo más, se pregunta si lo que realmente quiere es algo dulce, salado o frío. Identificar y satisfacer un antojo específico es más eficaz que intentar evitarlo, asegura.

No todo lo procesado es malo, pero hay que ser selectivo

Aunque Vadiveloo compra alimentos procesados, lo hace con precaución, siempre revisando las etiquetas de los ingredientes. Para productos como panes y cereales, busca aquellos que incluyan grano integral como primer ingrediente, con al menos 3 gramos de fibra y menos de 5 gramos de azúcar por ración.

En el caso de los yogures, prefiere los que no tienen azúcares añadidos, y los endulza en casa con miel y vainilla para su hija. También presta atención a la cantidad de sodio en los alimentos procesados y selecciona aquellos que contengan menos sal.

La clave está en el equilibrio

El enfoque de la doctora Maya Vadiveloo demuestra que es posible llevar una vida saludable sin vivir obsesionado por la comida. La clave está en encontrar un equilibrio entre salud y placer, escuchando a nuestro cuerpo y permitiéndonos disfrutar de los alimentos que amamos de manera consciente y moderada.

Comer sano no significa renunciar a los placeres culinarios, sino hacer elecciones informadas y equilibradas que nos permitan disfrutar de una vida más larga y saludable. Adoptar estos principios puede ser la solución para mantener una dieta equilibrada sin sentir que estamos sacrificando el placer de comer.

En definitiva, la alimentación saludable no debe ser vista como un castigo, sino como una forma de cuidar nuestro cuerpo mientras disfrutamos de todo lo que la buena comida tiene para ofrecer. Vivir bien y comer bien van de la mano, y no es necesario complicarse para lograrlo.

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SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.