
Convertirse en millonario parece un sueño lejano para la mayoría. Salvo que uno tenga una idea revolucionaria o cree una empresa de alto impacto, la alternativa más conocida —aunque improbable— suele ser la lotería. Y es que, con probabilidades de una entre 300 millones, ganar un gran premio en juegos como Powerball o Mega Millions es estadísticamente casi imposible.
Sin embargo, una pareja de Michigan logró hacer justamente eso: ganarle a la lotería. Pero no lo hicieron confiando en la suerte, sino aplicando un método matemático que les permitió “hackear” el sistema de premios. Gracias a una combinación de inteligencia, análisis y una peculiar función de la lotería, Jerry y Marge Selbee se hicieron con más de US$25 millones.

EL TRUCO DEL “ROLLDOWN”: CUANDO NADIE GANA, OTROS GANAN MÁS
El profesor Tim Chartier, experto en matemáticas y ciencias de la computación en el Davidson College, explicó para The Sun cómo los Selbees aprovecharon una función poco conocida de la lotería llamada “rolldown”. Esta característica, presente en algunos juegos como el extinto Cash Winfall, permitía que, si el premio mayor no era reclamado, el dinero se redistribuyera entre quienes acertaban menos números.
En lugar de apostar al todo o nada, esta función premiaba a los jugadores de niveles inferiores con montos mucho mayores de lo habitual. Jerry Selbee, apasionado por las matemáticas, identificó esta particularidad en 2003 y, junto a su esposa Marge, comenzó a diseñar una estrategia para aprovecharla.
DE LA TEORÍA AL BOLETO: CÓMO LO HICIERON
Cada vez que se anunciaba un período de “rolldown”, Jerry y Marge compraban cientos de miles de boletos. A través de cálculos matemáticos y proyecciones estadísticas, sabían exactamente cuánto gastar para asegurarse un retorno positivo. En promedio, invertían unos US$600,000 por jornada de juego, llegando a participar hasta siete veces por año.
Para llevar a cabo su plan, utilizaban dos tiendas de conveniencia en Massachusetts como base de operaciones, adquiriendo boletos en grandes volúmenes durante las ventanas de oportunidad. Su método no sólo era meticuloso, sino completamente legal.

MATEMÁTICAS APLICADAS AL AZAR
Lo sorprendente del caso es que los Selbees no hicieron trampa ni recurrieron a información privilegiada. Simplemente aplicaron lógica matemática a un sistema con reglas públicas. “No vencieron las probabilidades, las resolvieron”, dijo Chartier. Con cada jugada, reducían el margen de incertidumbre y maximizaban sus posibilidades de recuperar —y superar— la inversión.
El éxito del plan no se limitó al juego Cash Winfall. Una vez que perfeccionaron el método, lo replicaron en otros estados y con diferentes loterías que ofrecían estructuras similares de premios.
UN SISTEMA “HACKEADO” LEGALMENTE
Durante varios años, los Selbees jugaron inteligentemente y obtuvieron ganancias millonarias. En total, amasaron cerca de US$26 millones en diferentes juegos estatales. Su historia, que parece sacada de una película, es una muestra de cómo el conocimiento y el análisis pueden superar a la mera suerte.











