Donald Trump siempre ha sido una figura polarizadora, y su retorno al foco político sigue generando reacciones divididas. Según diversas encuestas recientes, la postura firme del presidente de Estados Unidos frente a la inmigración continúa siendo una de sus cartas más fuertes ante el electorado. Sin embargo, sus políticas económicas, especialmente los aranceles comerciales, parecen estarle pasando factura.
Durante su campaña y posterior mandato, Trump prometió endurecer las leyes migratorias y aplicar tarifas para proteger la industria estadounidense. Hoy, los votantes parecen tener una evaluación mixta de esos compromisos. Aunque aproximadamente la mitad de los adultos en EE.UU. aprueban su enfoque migratorio, la mayoría cree que sus aranceles podrían dañar la economía nacional, tanto en el corto como en el largo plazo.
Trump planea poner en marcha un programa para pagar a los inmigrantes indocumentados para que “voluntariamente” salgan del país (Foto: AFP)
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Los datos lo respaldan. Una encuesta de AP-NORC revela que su índice de aprobación en temas migratorios supera al de su desempeño general como presidente. Las ofensivas fronterizas y las campañas de deportación han tenido eco entre sus seguidores, consolidando su imagen como el líder que “cumple lo que promete” en este frente.
Pero cuando se trata de economía, la historia cambia. Un estudio de Quinnipiac muestra que el 72% de los votantes considera que los aranceles impuestos por Trump perjudicarán la economía a corto plazo. Incluso entre los republicanos, su base más leal, un 44% comparte esta preocupación. Y es que el aumento de precios en productos básicos empieza a sentirse en el bolsillo del ciudadano promedio.
La advertencia no solo viene del electorado. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió recientemente que las medidas arancelarias podrían acelerar la inflación y frenar el crecimiento económico. Este tipo de observaciones refuerzan el temor de los votantes que, según las encuestas, están cada vez más preocupados por el costo de la vida, especialmente el de los alimentos y bienes esenciales.
Trump ha implementado cambios tanto en el ámbito migratorio como en el económico, dos áreas clave en las que hizo campaña y que le granjearon el apoyo de los votantes (Foto: AFP)
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De acuerdo con una encuesta de YouGov/Economist, la aprobación de Trump entre este grupo cayó de +5 al inicio de su presidencia a -29 en la actualidad. Una cifra que refleja cómo los cambios en la economía pueden influir directamente en la percepción de liderazgo.
Mientras tanto, su índice de aprobación general también se mantiene bajo. Solo 4 de cada 10 adultos aprueban su manejo de la presidencia, según la encuesta de AP-NORC. Esta brecha entre el éxito percibido en temas migratorios y la desconfianza en su gestión económica podría marcar el tono de las próximas elecciones.
En resumen, Trump sigue siendo una figura clave en la política estadounidense, con una base sólida en algunos temas pero con vulnerabilidades notables en otros. Si quiere recuperar terreno, tendrá que convencer al electorado de que su visión económica no solo es viable, sino también beneficiosa a largo plazo.
