
Comprar un vehículo, ya sea nuevo de agencia o un modelo usado, implica mucho más que fijarse en la pintura brillante o en el sonido del motor. La seguridad y la previsión son aspectos importantes que a menudo se pasan por alto en la emoción del momento. Por eso, contar con un buen seguro de automóvil no solo es recomendable, sino esencial. No sabemos cuándo ni cómo se puede presentar un imprevisto en el camino, y tener una cobertura adecuada puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y una crisis económica.
En Estados Unidos, el mercado ofrece una gran variedad de seguros, con diferentes precios, coberturas y condiciones según el estado donde residas. Algunas pólizas son obligatorias, mientras que otras son opcionales pero sumamente útiles. No importa si conduces por las autopistas de California o los caminos rurales de Texas, lo importante es saber qué tipo de seguro se ajusta mejor a tus necesidades y estilo de vida.

LOS TIPOS MÁS COMUNES DE SEGUROS EN EE. UU.
1. Seguro de responsabilidad civil
Es la base de casi cualquier seguro automotriz en el país. Es obligatoria en la mayoría de los estados (con excepción de New Hampshire y Virginia) y se divide en dos categorías: responsabilidad por lesiones corporales, que cubre los gastos médicos del otro conductor y pasajeros; y responsabilidad por daños a la propiedad, que paga por los daños materiales que causes a otro vehículo, una cerca o una señal de tránsito, por ejemplo.
2. Seguro de colisión
Si estás financiando tu auto o tienes un contrato de leasing, lo más probable es que también necesites un seguro de colisión. Este tipo de cobertura te respalda cuando tu auto sufre daños en un accidente, sin importar quién tuvo la culpa. Además, puede ayudarte si te encuentras con un bache traicionero o un objeto inesperado en la carretera. Si el auto no se puede reparar, la aseguradora puede reembolsarte el valor del vehículo, descontando el deducible.

3. Seguro a todo riesgo
Otra cobertura que complementa muy bien la de colisión es el seguro a todo riesgo. Aunque no es obligatorio, muchos arrendadores lo exigen porque protege el vehículo contra daños no relacionados con colisiones. Estamos hablando de incendios, tormentas, terremotos, vandalismo o incluso robos. Es una capa extra de tranquilidad frente a desastres naturales o situaciones inesperadas.
4. Seguro de gastos médicos
El cuidado no termina con el auto: tú y tus pasajeros también deben estar protegidos. El seguro de gastos médicos, o MedPay, se encarga de cubrir los costos hospitalarios, transporte en ambulancia e incluso gastos funerarios después de un accidente, sin importar quién tuvo la culpa. Aunque solo es obligatorio en tres estados, está disponible como cobertura opcional en muchos otros, y puede aliviar bastante el impacto económico en caso de un siniestro.
5. Seguro de protección contra lesiones personales
Muy similar al MedPay, pero más amplio, es el seguro de protección contra lesiones personales. Además de los gastos médicos, puede cubrir pérdida de ingresos y otros costos asociados a las lesiones que tú o tus pasajeros sufran en un accidente. En algunos estados es obligatorio, en otros es opcional, pero siempre resulta útil para quienes desean una protección más integral.
6. Seguro contra conductores sin seguro o con seguro insuficiente
Finalmente, no se puede dejar de lado el seguro contra conductores sin seguro o con seguro insuficiente. ¿Qué pasa si tienes un accidente con alguien que no tiene seguro o cuyo seguro no cubre todos los daños? Esta cobertura entra en juego para cubrir tus gastos médicos y daños materiales en esos casos. Cerca de la mitad de los estados del país exigen este tipo de cobertura, lo cual refleja la necesidad de estar preparados para todo tipo de escenarios.
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