
Desde este 26 de diciembre, ingresar o salir de Estados Unidos ya no será igual para quienes no son ciudadanos. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó a aplicar una nueva normativa federal que amplía de forma obligatoria la toma de fotografías y datos biométricos a todos los extranjeros que crucen la frontera estadounidense, sin excepciones.
La medida fue publicada en el Registro Federal y marca un giro relevante en la forma en que EE.UU. verifica la identidad de los viajeros, tanto al entrar como al abandonar el país.
¿En qué consiste el nuevo control migratorio?
El cambio central es la creación de un sistema integrado de verificación que compara la identidad del viajero en su llegada con la registrada en su salida. Para ello, las autoridades recopilarán:
- Fotografías de todos los viajeros no ciudadanos.
- Huellas dactilares y rasgos faciales, en casos específicos.
Hasta ahora, este tipo de controles se concentraba casi exclusivamente en el momento de entrada. Con la nueva regla, la salida del país también queda sujeta a verificación biométrica obligatoria.

¿Dónde se aplicará?
La normativa tendrá alcance nacional y se implementará en todos los puntos de control fronterizo, sin importar la vía de ingreso o salida:
- Aeropuertos
- Cruces terrestres
- Puertos marítimos
No se trata de un programa piloto ni limitado a ciertas regiones: el sistema será uniforme en todo el país.
¿A quiénes afecta esta medida?
Uno de los cambios más significativos es la eliminación de excepciones previas. A partir de hoy, el control se aplicará a la totalidad de los no ciudadanos, incluidos:
- Titulares de visas de turista
- Residentes temporales
- Trabajadores temporales
- Menores de edad y adultos mayores
En otras palabras, ningún extranjero queda fuera del nuevo esquema, independientemente de su edad o tipo de visa.
¿Por qué el Gobierno de EE.UU. implementa este sistema?
Según el DHS, la nueva base de datos biométrica permitirá fortalecer la seguridad nacional y mejorar la precisión de los registros migratorios. Entre los objetivos oficiales destacan:
- Combatir el terrorismo y el uso de documentos de viaje fraudulentos.
- Detectar sobrestadías, es decir, personas que permanecen en el país más tiempo del autorizado.
- Corregir errores o información incompleta en los historiales de viaje.
- Confirmar la identidad real de quienes solicitan admisión a EE.UU.
El enfoque, asegura el Gobierno, es preventivo y busca cerrar vacíos en el seguimiento migratorio.

Qué deben tener en cuenta los viajeros no ciudadanos
Aunque el proceso será gestionado por las autoridades fronterizas, quienes viajen deben asumir que:
- Su identidad será verificada tanto al entrar como al salir.
- Los tiempos de control podrían variar mientras el sistema se consolida.
- La información registrada será usada para validar futuras entradas al país.
El mensaje es claro: desde hoy, la salida de EE.UU. también deja huella.
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