
A los 63 años, Mark Bintzler cuenta los meses para alcanzar la jubilación que siempre soñó. No quiere seguir trabajando ni cambiar un empleo por otro: quiere disfrutar del golf, los viajes y del tiempo libre que tanto le ha costado ganar. Su historia refleja una de las decisiones más importantes que enfrentan millones de estadounidenses: ¿cuándo empezar a cobrar las prestaciones del Seguro Social?
¿EN QUÉ MOMENTO UNA PERSONA DEBERÍA COMENZAR A COBRAR LAS PRESTACIONES DEL SS?
Comenzar a recibir los beneficios a los 62 años es una opción tentadora: el dinero llega antes y puede aliviar la carga económica. Sin embargo, hacerlo también implica aceptar pagos reducidos de por vida. Por el contrario, quienes deciden esperar hasta los 70 años pueden obtener un aumento significativo en sus prestaciones mensuales, aunque eso signifique posponer la recompensa. La elección, entonces, no es solo numérica, sino profundamente personal.

El asesor financiero Brian Muller, fundador de Momentous Wealth Advisors, lo resume con claridad: “Mucha gente toma la decisión porque su vecino o su amigo lo hizo así, sin pensar en su propia realidad”. Y es que cada caso es distinto. La salud, la estabilidad laboral, las prestaciones del cónyuge y las metas personales son factores que pueden cambiar por completo el mejor momento para solicitar el Seguro Social.
Si se cobra a los 62 años, se obtiene un flujo de dinero inmediato durante más años, lo que reduce la presión sobre los ahorros personales o las inversiones. Pero Muller invita a analizar más allá de los números: ¿qué uso se le dará a ese dinero? ¿Se invertirá parte de él o simplemente se gastará? Cada respuesta puede modificar el impacto a largo plazo sobre las finanzas del jubilado.

LA DECISIÓN VARÍA SEGÚN TUS NECESIDADES
De acuerdo con los expertos, la estrategia más inteligente no siempre es la que maximiza el beneficio mensual, sino la que se ajusta mejor al estilo de vida y los objetivos del beneficiario. Por ejemplo, si alguien goza de buena salud y tiene ingresos suficientes para cubrir sus gastos actuales, puede convenirle esperar. En cambio, si existen problemas médicos o un deseo de disfrutar los años activos, comenzar antes puede ser la mejor decisión.
Muller propone lo que denomina el “marco seguro”: una forma de planificar que prioriza la vida real sobre las hojas de cálculo. Según explica, el dinero del Seguro Social debe verse como una herramienta para vivir mejor, no solo como un número que debe crecer en el tiempo. Esa perspectiva invita a preguntarse menos “¿cuánto puedo ganar?” y más “¿cuándo me servirá más?”.
Mark Bintzler, por su parte, optó por un camino intermedio: su esposa comenzó a cobrar su prestación antes, mientras él decidió esperar un poco más. Esa combinación les dio equilibrio financiero y la tranquilidad de disfrutar juntos de su nueva etapa. “Es fantástico. Es más o menos el plan, ¿no?”, dijo sonriente a CBS News.
Al final, la decisión sobre cuándo cobrar el Seguro Social es tan única como cada jubilado. No se trata solo de maximizar los beneficios, sino de elegir el momento que permita aprovechar mejor los frutos de toda una vida de trabajo. Porque, como diría Bintzler, la jubilación no es el final del esfuerzo, sino el comienzo de la recompensa.
Si te interesó esta noticia y quieres mantenerte informado sobre los eventos y tendencias en EE.UU. y el mundo, forma parte de nuestra comunidad de WhatsApp. 👉 Únete aquí.











