Brasileño sería ejecutado en Indonesia pese a esquizofrenia
Brasileño sería ejecutado en Indonesia pese a esquizofrenia

El brasileño Rodrigo Gularte, condenado a muerte en por tráfico de drogas, podría ser ejecutado a pesar de que, según su familia, sufre esquizofrenia, informó hoy la prensa.

Según el fiscal general, Muhammad Prasetyo, Gularte estaba sano cuando fue sentenciado a muerte por introducir cocaína en Indonesia.

"Estamos buscando una segunda opinión de un médico independiente, porque el que certificó su enfermedad mental fue designado por sus abogados", dijo el fiscal en declaraciones a la web Kabar24.

Según Prasetyo, bajo la ley indonesia el brasileño podría ser ejecutado incluso a pesar de su actual situación de salud. "La ley sólo exime a mujeres embarazadas y niños menores de 18 años", advirtió.

Gularte, de 42 años, es uno de los siete extranjeros condenados a muerte en Indonesia que podrían ser ejecutados el próximo mes, después de haber agotado todas las apelaciones. Entre los sentenciados hay también dos australianos, un filipino, un francés, un nigeriano y un ghanés.

"CASI LISTOS"
Según dijo hoy el portavoz del fiscal general, Tony Spontana, todavía no hay una fecha para las ejecuciones. En un primer momento estaban planeadas para febrero, pero la fecha se pospuso varias veces. Entre otras cosas, todavía no estaban listas las celdas en las que los reos deberían pasar sus últimas horas. "Ya estamos casi listos con los preparativos", afirmó Spontana.

Según la funeraria de Cilacap, cerca del lugar donde se ejecutan las penas de muerte, en la isla de Nusakambangan, ya se encargaron diez ataúdes. "Ya está listos y preparados", explicó un trabajador de la empresa de pompas fúnebres, la misma que preparó los ataúdes para los cinco extranjeros que ya fueron ejecutados en enero por tráfico de drogas.

Entre esos últimos había otro ciudadano brasileño, Marco Archer Cardoso Moreira, de 53 años. Tras las relaciones entre Brasil e Indonesia comenzaron a tensarse y empeoraron antes la perspectiva de que Gularte corra la misma suerte.

Recientemente la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se negó a recibir las credenciales del nuevo embajador indonesio en el país sudamericano. Tras ello, Indonesia presentó una queja formal ante el embajador de Brasil en Yakarta.

Gularte y Cardoso fueron arrestados en 2003 al ingresar en el país portando seis y 13,5 kilos de cocaína, respectivamente.

Fuente: DPA

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