Apenas una semana después de que el presidente Donald Trump aseguraba que “ningún estadounidense sufrió daños” en el ataque aéreo que Irán llevó a cabo contra sus bases en Irak, el ejército de Estados Unidos reconoció que al menos 11 de sus soldados resultaron heridos en el bombardeo.
“Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero a la base aérea de Al Asad, varios fueron atendidos por síntomas de conmoción cerebral producidos por la explosión y todavía están siendo evaluados”, anunció este jueves el capitán Bill Urban, portavoz del Comando Central de Estados Unidos.
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El capitán también explicó que los soldados están pasando por un "procedimiento estándar", que se realiza cada vez que un miembro de las tropas se encuentra cerca de una explosión.
Este procedimiento tiene como objetivo saber si han sufrido "lesiones cerebrales traumáticas".
Ocho de los heridos fueron enviados al Centro Médico Regional Landstuhl, un hospital militar estadounidense en el sur de Alemania, mientras que el resto fue trasladado al campamento Arifja, en Kuwait, para exámenes de seguimiento.
"Cuando se considere que están aptos para el servicio, se espera que regresen a Irak", agregó.
La crisis en Irán continúa
El pasado 8 de enero Irán lanzó 22 misiles a dos bases con ciudadanos estadounidenses instaladas en Irak.
Teherán defendió la operación y la describió como una respuesta al asesinato también en Irak de Qasem Soleimani, un influyente y popular líder militar iraní.
El general, considerado “terrorista” por EE.UU., era visto como la segunda persona más poderosa en Irán después del ayatolá Ali Jamenei. Su asesinato ha generado masivas manifestaciones que piden respuestas proporcionales.
Fue el ataque más directo de Irán contra EE.UU. desde la toma de la embajada de EE.UU. en Teherán en 1979.
Aunque el gobierno iraní había recibido el respaldo de gran parte de la población tras la muerte del general Soleimani, eso ha cambiado luego de que Teherán reconociera haber derribado "por error" el avión de pasajeros de Ukraine International Airlines con 176 personas a bordo, muchos de ellos iraníes, el pasado 8 de enero.
La noticia ha reavivado la furia de muchos iraníes contra su gobierno.
Para calmar las tensione en el país, el líder supremo Jamenei ha decidido liderar la oración de este viernes en Teherán, algo que solamente ha hecho en dos ocasiones en la última década.
Y siempre en momentos delicados. Para muchos esto es un indicador de que los días de crisis en la República Islámica aún no han terminado.