Luciana Villegas

Era septiembre del 2014, cuando Tana Rendón (35) —una influencer de moda ya consolidada— recorría las calles de París durante una de las semanas más agobiantes pero cautivadoras de la ciudad; la Semana de la Moda. Llegó a la capital francesa para grabar una campaña con una marca de maquillaje, en uno de los viajes más añorados de toda su carrera. “Estaba en la habitación del hotel cuando el gran maquillador Sergio Corbacho, me dio una entrada en primera fila para el desfile de Valentino” recuerda. En ese momento —con el reloj en contra— decidió ponerse un vestido corto y unas botas de la marca peruana Butrich y tomar el metro hacia Jardin des Tuileries, donde era el desfile. En la entrada del recinto, se tropezó con Bill Cunningham —pionero en fotografía de moda callejera— quien le tomó una de sus icónicas fotos e, incluso, apareció en uno de sus vlogs. Dos años después, Cunningham falleció y esa fotografía se convirtió en un recuerdo preciado de lo lejos que su carrera la ha llevado.

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