La exmodelo Hope Hicks. (Foto: AFP)
La exmodelo Hope Hicks. (Foto: AFP)
Redacción EC
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No se habla de su andar respingado, de su cabellera rubia ni de sus lentes oscuros. Lo que ahora se dice de es que, esta semana, durante los viajes que hizo junto a, nadie la vio usando mascarilla. El dato podría pasar desapercibido –no es sorpresa que el presidente de cuestiona la idoneidad de dicha protección–, pero ahora que el mandatario dio positivo al coronavirus, los reflectores del mundo apuntan hacia ella. Algunos la acusan de haberlo contagiado.

Valdría preguntarse, entonces, quién es y cómo terminó trabajando con los Trump.

Los primeros trabajos de Hicks fueron como modelo. Se la recuerda en publicidades de Ralph Lauren y por ser la portada del libro de un spinoff de “Gossip Girl”. También intentó ser actriz.

Luego de ello, se dedicó a las relaciones públicas. Estudió en la Southern Methodist University y gracias a los contactos de su padre (Paul Hicks, entonces vicepresidente de comunicaciones de la Liga Nacional de Fútbol Americano), tuvo una oportunidad en la respetada firma Hiltzik Strategies.

Desde el 2012, Hicks empezó a codearse con importantes clientes, entre ellos Ivanka Trump, quien dos años después la jaló a trabajar con ella. Así llegó a la Trump Organization.

Pronto se ganó la confianza de la familia Trump.

En el 2015 comenzaría su ascenso. Ella recuerda: “El señor Trump me miró y me dijo 'estoy pensando en lanzarme como presidente, y tú vas a ser mi secretaria de prensa”. Aceptó.

anota que su trabajo consistió en imprimirle artículos que quería leer, y tuitear lo que él le mandaba. Además, el medio anota que se trata de una rara avisa cuando se trata de ser la portavoces de Trump: “Nunca aparece en televisión o habla para defender a su jefe, y nunca da declaraciones oficiales a la prensa, prefiriendo siempre el anonimato. Su extraña relación con Trump se basa en que él confía en ella y la escucha”.

"¡Terrible! La Primera Dama y yo estamos esperando los resultados de nuestras pruebas. ¡Mientras tanto, comenzaremos nuestro proceso de cuarentena!", escribió Donald Trump en un 'tuit'. | Texto: Xinhua / Foto: AFP
"¡Terrible! La Primera Dama y yo estamos esperando los resultados de nuestras pruebas. ¡Mientras tanto, comenzaremos nuestro proceso de cuarentena!", escribió Donald Trump en un 'tuit'. | Texto: Xinhua / Foto: AFP

Más adelante, ella se convirtió en directora de Comunicación de la Casa Blanca, puesto que ocupó hasta marzo del 2018. Entonces, tuvo que dejar el cargo por verse involucrada en el escándalo de Rob Porter, una expareja, quien fue acusado de violencia en contra de sus exesposas.

Luego, se convirtió en directora de

Pero la cercanía con los Trump se mantuvo. Solo así se comprende que, a inicios de este año, la hayan vuelto a fichar para trabajar con el presidente.

“No hay nadie más dedicado a implementar la agenda del presidente Trump que Hope Hicks. Estamos emocionados de tenerla de vuelta en el equipo”, declaró Jared Kushner, yerno de Trump, en febrero.

NO TODO ES COLOR ROSA

Trabajar con Donald Trump también le ha traído problemas a Hope Hicks. Ella, por ejemplo, tuvo que declarar a la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre el caso de supuestos pagos del empresario a mujeres, para que estas no comentaran sobre supuestas relaciones con él. Dijo que no sabía nada del tema.

En diciembre pasado, también fue citada a declarar sobre su participación en la supuesta injerencia de Rusia en la campaña de Trump en el 2016. Esto en respuesta a un artículo de “The New York Times” en el que se afirmaba que agentes rusos se intentaron contactar con ella una vez que su jefe ganó las elecciones.

Y, claro, nadie ha olvidado sus declaraciones ante el House Judiciary Committee. Entonces, le preguntaron si Trump había pedido a alguien que mintiera durante su campaña presidencial. Ella lo negó y añadió que nunca había mentido sobre materias importantes, y que solo había dicho “mentiras blancas”, como, por ejemplo, sobre la disponibilidad del mandatario.

Ahora, Hicks vuelve a estar en las portadas del mundo. Quien diría que volvería a ser interés de la prensa por no usar una mascarilla

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