Redacción EC
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Esta noche, la última de la en la que se ha confirmado que Donald Trump será el candidato presidencial de ese partido, una de las voces más esperadas a escuchar será la de Ivanka Trump, la mayor de las hijas del actual mandatario y pieza fundamental dentro de su gobierno.

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Nacida en Manhattan hace 38 años, como parte del matrimonio entre Donald y su primera esposa, la atleta y modelo checa Ivana Zelníčková, del que también nacieron su hermano mayor Donald Jr. y el tercero, Eric. Ivana Marie, su nombre original, estudió en el internado Choate Rosemary Hall de Connecticut, la Chapin School de Nueva York y la Universidad de Georgetown para posteriormente trasladarse a la Wharton Business School de Pensilvania, de donde se graduó como economista.

Pese a ello, sus primeros trabajos se dieron en el mundo del modelaje, formando parte de la agencia Elite desde 1997, con 16 años. Esto la llevó a desfilar modelos de Versace, Marc Bouwer y Thierry Mugler, además de realizar campañas publicitarias para marcas como Tommy Hilfiger o Sasson, entre otras. Ese mismo año, además, fue presentadora del Miss Teen USA, un evento del que su padre era copropietario.

Tras graduarse de la universidad, en el 2007 creó una empresa de ropa y joyería, revelando 9 años después que trabajaba 13 horas al día, lo que según la revista Vanity Fair le permitió comprar su primera casa a los 25 años. Aunque es innegable que su apellido jugó un papel clave en que lograra amasar una fortuna superior a los 100 millones de dólares. La empresa, que llevaba su nombre, operó hasta el 2018 cuando decidió cerrarla por presión pública tras convertirse en asesora presidencial.

Su figura ha destacado siempre junto a la de su padre, desde ser pieza fundamental para que Trump y Zelníčková concilien su divorcio, hasta el mundo empresarial y su posterior salto a la política. Por ello, no sorprende que su participación haya sido clave durante la campaña del 2016 de Trump, poniendo en muchos casos un contrapeso a las explosivas y polémicas declaraciones de su padre.

“Mi papá valora el talento, reconoce el conocimiento, la habilidad cuando la ve. No ve el color, no ve el género, él contrata a la mejor persona para el trabajo. Punto”, dijo en alguna oportunidad.

En el 2009 se convirtió al judaísmo para casarse con Jared Kushner, hijo de otro multimillonario polémico llamado Charles Kushner (preso desde el 2008 por evasión de impuestos y soborno de testigos), tras un año de relación. Producto del matrimonio Trump-Kushner nacieron Arabella Rose, Joseph Frederick y Theodore James.

Además, con la llegada de Trump a la Casa Blanca tanto Ivanka como Jared pasaron a tener puestos claves dentro de la Administración. Ella fue nombrada Asesora del Presidente de Estados Unidos, cargo que no estuvo libre de polémica en su momento. Como tampoco lo estuvieron su participación en la reunión que sostuvo Trump con el primer ministro japonés Shinzo Abe o en diferentes cumbres con líderes mundiales en las que tuvo que reemplazar a su padre.

Dentro de sus funciones, además, Ivanka incluye una importante labor filantrópica y pasajes como escritora, centrada principalmente en el empoderamiento femenino. Cabe resaltar que ha renunciado cobrar un sueldo por su cargo dentro de la Casa Blanca y donó la mitad de lo recaudado con las ventas de su libro “Mujeres que trabajan: reescribiendo las reglas para el éxito” a la Liga Urbana Nacional y los Clubes de Niños y Niñas de América.

Kushner, quien llegó a liderar al equipo de campaña de su suegro, es consejero superior del presidente, lo que significa ser el principal responsable de la oficina de la Presidencia, además de confiarle misiones especiales como la mediación en el conflicto palestino israelí pese a no tener experiencia diplomática o a estar involucrado en las relaciones entre su país y Canadá, México y China.

En el 2018, Trump visitó el Perú para participar de diferentes actividades enmarcadas en la VIII Cumbre de las Américas. Entre ellas destaca la reunión que sostuvo con mujeres emprendedoras y ejecutivas en la Bolsa de Valores de Lima.

Si bien Ivanka ha asegurado en alguna oportunidad que no está interesada en participar en la política en el futuro, el periodista Michael Wolf asegura en su libro “Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump” de que el sueño de toda la vida de la joven empresaria ha sido convertirse en la primera presidenta del país.

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Melania Trump reconoce la gravedad de la pandemia de coronavirus y promete un futuro mejor. (EFE).
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