Claudia Sheinbaum arrasó el domingo en las elecciones en México y será la primera mujer presidenta del país. Al 80 % de las actas contabilizadas por el Instituto Federal Electoral (IFE), la izquierdista se impone con el 58,7 % de votos, contra el 28,3 % de la opositora Xóchitl Gálvez. Este resultado es incluso superior al conseguido por el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en los comicios del 2018 (53 %).
La nueva presidenta, que reemplazará a AMLO el 1 de octubre, tiene el reto de afrontar la inseguridad, que es el mayor problema de los mexicanos. También deberá lidiar retos relacionados con la reducción de la pobreza en la que vive un tercio de la población, mitigar el creciente impacto del cambio climático, administrar la compleja relación con Estados Unidos, país que está en pleno año electoral y que ha convertido lo que sucede en la frontera con los migrantes en un tema de campaña.
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Un pasivo que heredará Sheinbaum es la tensa relación que ha tenido AMLO con países de la región como el Perú, Ecuador y Argentina.
En el caso del Perú, AMLO calificó como “una injusticia” y “golpe del conservadurismo” la destitución del presidente Pedro Castillo, a quien el 7 de diciembre del 2022 el Congreso peruano vacó en el cargo horas después de que diera un golpe de Estado al disolver el Parlamento y anunciar la instauración de un “gobierno de excepción”.
En los días siguientes, AMLO siguió usando su conferencia de prensa diaria para referirse en duros términos al Perú.
En respuesta, el 21 de diciembre el Perú expulsó al embajador mexicano Pablo Monroy.
La relación bilateral empeoró el 23 de febrero del 2023, cuando en una reunión en Palacio Nacional con Lilia Paredes, la esposa de Castillo a quien México otorgó asilo político junto a sus hijos, López Obrador indicó que “México va a seguir apoyando al presidente (Castillo) injusta e ilegalmente destituido y va a seguir demandando que se le libere. No puede estar en la cárcel, es una gran injusticia”.
Al día siguiente, la presidenta peruana Dina Boluarte anunció el retiro del embajador peruano en México, Manuel Gerardo Talavera Espinar.
“He dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y, de esta manera, las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargados de negocios”, dijo Boluarte.
México respondió que mantendrá a su equipo diplomático en Lima y que de ningún modo cerrará los canales de comunicación con el país.
En el caso de Ecuador, la relación de México con ese país está rota luego de que el 5 de abril el presidente ecuatoriano Daniel Noboa ordenara a las fuerzas armadas y policiales ingresar a la Embajada mexicana en Quito para hacer efectiva una orden de detención contra el exvicepresidente Jorge Glas. El político estaba solicitado por un tribunal por corrupción y había entrado a la sede diplomática para solicitar asilo, que finalmente se le otorgó y aún así fue arrestado.
Con respecto a Argentina, AMLO y su homólogo Javier Milei han tenido duros cruces de declaraciones. En marzo de este año, el mexicano dijo: “Todavía no comprendo cómo los argentinos votaron por alguien que desprecia al pueblo”.
Las palabras de AMLO fueron en respuesta a un ataque de Milei, quien en una entrevista con CNN lo llamó “ignorante”.
En la misma entrevista con CNN, le preguntaron a Milei por una palabras de la entonces candidata presidencial Claudia Sheinbaum, quien dijo que la victoria del libertario era un retroceso para Argentina. “El populismo que ellos tanto ponderan, el socialismo del siglo XXI, a los argentinos les costó 80% de sus ingresos”, respondió Milei.
Sheinbaum contestó a Milei y le pidió que tenga respeto a AMLO. “Son proyectos distintos, el pueblo de México decidió echar para atrás el neoliberalismo, y entrar a un nuevo proceso único en México, porque no está copiado en ningún otro lugar. Nosotros reivindicamos el libre mercado, la inversión privada, el papel de los empresarios, estamos en contra de la corrupción, pero también reivindicamos el papel del Estado, en términos del Estado de bienestar”, dijo.
¿Qué puede pasar ahora?
En su discurso de la victoria pronunciado en la madrugada del lunes, Sheinbaum dijo que en política exterior dará continuidad a la política de “no intervención” y “cooperación” con otros países.
Al referirse específicamente a Estados Unidos dijo: “Habrá una relación de amistad, respeto mutuo e igualdad, como hasta ahora ha sido. Y siempre defenderemos a las y los mexicanos que se encuentran del otro lado de la frontera”.
“Con el sur y el Caribe seguiremos ampliando nuestras relaciones de amistad junto con todo el mundo”, anticipó.
¿Qué se puede esperar de un Gobierno de Sheinbaum y sus relaciones con el Perú, Ecuador y Argentina?
El periodista mexicano Ignacio Rodríguez Reyna le dijo a El Comercio que aparentemente no habrá modificación en la política exterior mexicana. “Claudia Sheinbaum refrendó en su cierre de campaña que piensa mantener y profundizar lo que López Obrador ha hecho”, dijo.
“Con respecto a los países como el Perú, Ecuador y Argentina, no parece que la presidenta vaya a cambiar la postura oficial en términos generales”, manifestó Rodríguez Reyna.
El periodista dijo que podría haber matices, pero no existen signos de que vaya a haber un acercamiento con esas naciones.
“Por el contrario, la tensión diplomática y los desencuentros podrían profundizarse. Las relaciones internacionales no son el fuerte de Sheinbaum y ella se guiará probablemente por cómo se ha actuado: considerará que Pedro Castillo es un perseguido político y que está en prisión por una presión de los sectores oligárquicos del Perú. Con Noboa habrá una postura firme -me parece que con justificada razón- de que la intromisión a la sede diplomática mexicana es inadmisible y un hecho de barbarie diplomática. Y con Milei, las acciones y el discurso tremendamente ideologizado y de ultraderecha del presidente argentino, hará muy difícil que se suavicen los roces y choques”, puntualizó Rodríguez Reyna.
Para Juan Poom Medina, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Ciencia Política, el Gobierno de Sheinbaum deberá buscar mejorar las relaciones con algunas de las naciones de América Latina con las que AMLO ha tenido una serie de desencuentros.
“En el caso del Perú y Argentina, las tensiones han sido de tipo verbal y no ha pasado a mayores consecuencias; sin embargo, en el caso de Ecuador la situación fue distinta debido a la inoportuna invasión a la Embajada mexicana en ese país”, indicó Poom a El Comercio.
El analista destacó que Sheinbaum es una mujer de ciencia, de formación intelectual y política, y que llegará al Ejecutivo federal con un nuevo equipo de trabajo con el cual deberá emprender nuevas relaciones diplomáticas.
“En concreto, la apuesta es a seguir con el proceso de transformación de la vida pública que inició AMLO, aunque falta ver el sello distintivo de la nueva presidenta. Veo que será una administración menos ideologizada y más práctica, como Sheinbaum lo ha dicho en entrevistas”, refirió Poom.
“Por la lectura que hice de los debates y entrevistas a Sheinbaum, se avizora un Gobierno de puertas abiertas, principalmente en sus relaciones con otras naciones. Es importante destacar el papel que le tocará desempeñar al nuevo Secretario de Relaciones Exteriores... Incluso, considero que México estrenará un nuevo estilo de gobernar en la figura de Claudia Sheinbaum”, agregó.
El analista internacional peruano Francisco Belaunde Matossian indicó que no se sabe qué hará Sheinbaum con las relaciones con el Perú porque se desconoce su postura sobre el tema. “Lo que sí se sabe es que una vez que salga del poder, AMLO seguramente buscará tener mucha influencia en el nuevo gobierno”.
Con respecto a Ecuador, Belaunde Matossian remarcó a El Comercio que lo hecho por este país fue una violación expresa del derecho diplomático. “Por ello, no creo que en un Gobierno de Sheinbaum cambie la situación en el corto plazo; es más, seguro van a insistir en la libertad de Jorge Glas para que se haga efectivo el asilo”.