"Sobre la decisión vinculante de esta COP, a la que se llega por consenso entre 197 países, aún existen desacuerdos en torno del apoyo financiero para países en desarrollo" (Photo by Paul ELLIS / AFP).
"Sobre la decisión vinculante de esta COP, a la que se llega por consenso entre 197 países, aún existen desacuerdos en torno del apoyo financiero para países en desarrollo" (Photo by Paul ELLIS / AFP).
/ PAUL ELLIS
Deborah  Delgado Pugley

Extendiéndose más allá del día previsto para su cierre, aún no sabemos cuáles serán los acuerdos legales a los que llegará la realizada en Glasgow, Escocia. Sin embargo, ya hay mucho que comentar sobre esta conferencia clave para la coordinación de la acción climática a nivel global.

Para empezar, ya no existe escepticismo público sobre el cambio climático: es real y la actividad humana lo potencia. Y aunque se acepta la ciencia disponible, no hay consenso sobre las formas de responder a esta crisis.

En esta COP se ha notado una fuerte presencia de coaliciones de empresas, bancos, gobiernos nacionales y regionales, así como organizaciones científicas. Se hicieron anuncios de importantes fondos de inversión en economía verde por bancos y aseguradoras. Se formó la alianza de países para la salida del petróleo y gas, liderada por Costa Rica, Dinamarca y Francia, entre otros. China y Estados Unidos, los mayores emisores del planeta, no forman parte de esta, pero han declarado su objetivo de trabajar juntos hacia la descarbonización de sus economías. Varias filantropías se han asociado para dar fondos semilla al “Fondo de Pérdidas y Daños de Glasgow”, que será una manera de compensar a los países más afectados por los daños que el clima produce y a los cuales es imposible adaptarse, como la pérdida de territorio de los estados insulares.

La declaración de Bosques, importante para el Perú, fue firmada por 130 países. A diferencia de una declaración similar hecha en el 2014, esta vez se promete inmediatamente US$19,2 mil millones (US$12 mil millones de fuentes públicas y US$7,2 mil millones de privadas) para ayudar a proteger y restaurar los bosques a nivel mundial. Esto incluye US$1,7 mil millones para ayudar a los pueblos indígenas y las comunidades locales a diseñar y tomar decisiones en programas climáticos que operarán en sus tierras y territorios.

Sobre la decisión vinculante de esta COP, a la que se llega por consenso entre 197 países, aún existen desacuerdos en torno del apoyo financiero para países en desarrollo, la regulación de mercados de carbono y el tipo de referencia que se hará a los combustibles fósiles. ¿Se eliminará todo subsidio o se permitirá que se desarrollen tecnologías para capturar el carbono? Aún quedan horas de negociación. En cualquier caso, por primera vez se hablará de acciones directas para este sector en el marco del Acuerdo de París.

A pesar de que hay algunos avances, “Climate Tracker”, una plataforma que analiza el progreso hacia el objetivo de mantener el calentamiento debajo de 2° C, muestra que los esfuerzos actualizados hasta ahora nos llevan a un calentamiento global de 2,3° C, algo catastrófico para el 2050. Las decisiones que se toman o se dejan de tomar aquí están cargadas de consecuencias para el futuro de las sociedades del mundo.