Ruth Rojas

Saber, conocer y hacer son palabras con las que calificaría mis actividades realizadas en Universitario, ya que durante los tres días que duró el evento pude adquirir un conocimiento sólido y conciso sobre qué es y en qué consiste la ; una palabra que quizás resulte resonante en el oído de todos los peruanos, pero que no deja de ser solo una mera palabra en nuestro país, ya que su significado como tal no se refleja en el Perú actual.

El programa de CADE me ayudó a tomar conciencia sobre mi rol como peruana y como parte de esta nueva generación, más aún al considerar que vivimos en un país donde la democracia viene a ser solo aquella fachada que los politicastros utilizan para ingresar al poder. Es justamente por ello que mi mayor deseo como cadeísta es impulsar a una política que empiece, antes que por gobernar un país, por gobernar su propia vida; y ello a razón de que no podemos pretender cambiar un país corrupto si nosotros mismos somos quienes actuamos mal e injustamente.

Desde esta grata experiencia en CADE, puedo decir que se debería impulsar más este tipo de actividades en las que se involucre a los jóvenes en los asuntos de suma importancia para nuestro país, ya sean estos de naturaleza política, económica y social; tres pilares que son los ejes que dirigen el largo andar de un Estado de derecho. Cabe recalcar que este evento me ha ayudado como estudiante a adquirir nuevos vínculos sociales, pues su riqueza reside en interactuar con otras personas de distintas carreras que comparten sus conocimientos y culturas que son de suma importancia porque permiten ver un problema no solo desde una arista, sino desde diversos panoramas.

Mis expectativas antes de CADE Universitario fueron las mejores, pero ahora puedo decir con todas sus letras que el evento las superó, ya que la excelencia y la habilidad de los organizadores para poder agrupar a un gran número de jóvenes demuestran la alta capacidad de liderazgo que tienen aquellos que incursionaron en el desarrollo de este programa; lo que, desde mi perspectiva, es digno de admirar y considerar como un prototipo de enseñanza. Finalmente, quisiera agradecerle a Dios por la vida, a mis padres por ser mi inspiración y a la Universidad Hermilio Valdizán por acogerme en sus aulas del saber.



*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Ruth Rojas Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco