"Barata explica a la fiscal Mori que Heredia “entendía mejor” el proceso de licitación del gasoducto...". (Foto: GEC)
"Barata explica a la fiscal Mori que Heredia “entendía mejor” el proceso de licitación del gasoducto...". (Foto: GEC)
/ EDUARDO CAVERO
Diana Seminario

Jorge Barata ha confirmado lo que todos sabíamos, que durante el gobierno de Ollanta Humala, su esposa era la que tomaba las decisiones, ponía y sacaba a ministros y arreglaba licitaciones (o al menos se comprometía a limpiar el camino para que ganen sus favoritos).

Esta declaración del exjefe de Odebrecht en el Perú nos ha costado S/524 millones, según el acuerdo firmado con la empresa brasileña. ¿Se acuerdan que nos dijeron que valía la pena pagar esa cantidad porque así podríamos tener revelaciones que harían temblar a toda la clase política nacional?

Barata explica a la fiscal Mori que Heredia “entendía mejor” el proceso de licitación del gasoducto y era la que “tomaba las decisiones”. No olvidemos que la hipótesis de la fiscal Mori en este caso es el presunto pacto colusorio entre los funcionarios del gobierno de Humala y el consorcio que en julio del 2014 obtuvo la buena pro por 7 mil millones de dólares. Si bien Nadine Heredia se encuentra inmersa en esta investigación; el hecho de no haber sido funcionaria pública la deja libre de cualquier acusación por corrupción.

Saber que quienes afirmábamos el peligro que suponía entonces que una persona sin responsabilidad alguna ante la ley asumiera decisiones de gobierno, estábamos en lo cierto, resulta reconfortante, pero veremos cómo se incorpora en el proceso legal.

El 22 de junio del 2015 decíamos en este espacio: “Es y ha sido un secreto a voces que Nadine Heredia coordinaba acciones importantes del Gobierno, entrevistaba a candidatos a ministros para incorporarlos al Ejecutivo y zanjaba ante la opinión pública debates nacionales –por ejemplo, la iniciativa de comprar Repsol o el aumento del sueldo mínimo–.

La presidenta del nacionalismo actuaba con absoluta impunidad, pues al no tener el rango de funcionaria pública no recae en ella responsabilidad alguna respecto a sus decisiones, no firma resoluciones ni hace juramentos. Pero eso, al ser una ventaja, también la llenó de confianza y terminó por afectarla”.

No olvidemos que el delito por el que se investiga a la señora Heredia de Humala –y por el que ha estado en prisión preventiva– es el de lavado de activos por haber recibido 3 millones de dólares de Odebrecht para la campaña presidencial del 2011. El tema de colusión es aún un largo camino por recorrer.

Los detalles sabrosos de las reuniones, las promesas de Nadine, cómo la empresa Graña y Montero tuvo que ser una socia oculta solo porque a la señora no le gustaba, son bien recibidos y seguro serán incorporados en el proceso. Pero, ¿qué efecto tendrán? ¿O será que alguien se atreverá a investigarla además por usurpación de funciones?

Seguiremos recibiendo las “confirmaciones” de Barata, mientras que Martín Vizcarra y Edmer Trujillo disfrutan cómodamente del espectáculo, pues ni la confirmación de la contraloría en el irregular pago por el hospital de Moquegua pareciera que alcanza al dúo dinámico.

P.D. En este enlace puede encontrar la columna sobre Nadine Heredia que citamos en el artículo: