El abogado Marco Tulio Falconí se convertirá en uno de los siete miembros titulares de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) pese a cuestionamientos por su perfil político y sus antecedentes como congresista, cargo al que quiso renunciar en el 2014.
Su postulación a la JNJ se suma a una larga lista de intentos por alcanzar cargos públicos. Desde las elecciones del 2002 hasta la fecha, postuló tres veces al Congreso, tres veces al Gobierno Regional de Arequipa, una vez a la Primera Vicepresidencia de la República y una vez a la Alcaldía Provincial de Arequipa.
De esas ocho postulaciones, solo una fue exitosa. En las elecciones generales del 2011 alcanzó un escaño en el Congreso con el partido Perú Posible.
Su estancia en el Congreso fue polémica. Trató de acortarla en el 2014, cuando presentó su renuncia para postular al Gobierno Regional de Arequipa.
En setiembre de ese año, la Comisión de Constitución del Congreso rechazó su renuncia y el Poder Judicial dejó sin efecto la medida cautelar que previamente le permitió inscribir su candidatura en Arequipa.
Tras el intento frustrado por dejar el Congreso, Falconí continuó con sus funciones legislativas y en diciembre del 2014 sorprendió con un proyecto de ley para sancionar las faltas ortográficas en la redacción de diarios, seminarios y revistas.
—Multas por escribir mal—
Falconí proponía que Indecopi revisara la ortografía en las redacciones de diarios, revistas, semanarios, libros y anuncios públicos o publicitarios “por el daño que causan a la cultura con los errores ortográficos”.
El proyecto fue derivado a la Comisión de Cultura del Congreso. La sanción para los medios que cometieran errores era una multa de entre el 1% y 10 % de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT); es decir, entre S/38 y S/380 en el 2014.
El proyecto también contemplaba sanciones para los reincidentes, en las que se debía considerar la cantidad de faltas ortográficas y el tiraje de la edición. La multa debía ser asumida por la empresa editora, el propietario del negocio, el autor o periodista en forma personal o solidaria, y podía llegar a los S/1.900.
En medio de las críticas, la bancada de Falconí, Unión Regional, solicitó el retiro del proyecto. Mariano Portugal, entonces vocero de ese grupo, aseguró que la iniciativa sería reformulada.
Falconí no respondió las llamadas ni mensajes de este Diario, pero en el 2014 señaló que era “preocupante que alguien pueda pensar que el lenguaje no tiene importancia”.
"Sí tiene mucha importancia, al igual que las matemáticas [...]. Lenguaje es una asignatura obligatoria desde que comenzamos a estudiar hasta la universidad”, añadió.
—Cuestionamientos—
El exdefensor del Pueblo y exministro del Interior Walter Albán, quien integró la Comisión de Reforma del Sistema de Justicia, cuestionó la elección de Falconí. Consideró que “el perfil de quien asume como integrante de la JNJ es distinto al de un político”.
Albán recordó que la comisión planteó al Congreso que el perfil político de un candidato fuera motivo para que este quedara descartado de la JNJ. Pero el Parlamento eliminó ese filtro.
“La JNJ empieza con un defecto de fábrica. No estamos cuestionando a otras personas, sino a algunas de las elecciones, como la de Falconí y [María] Zavala”, agregó Albán en diálogo con El Comercio.
—Ganador de la lotería—
En el 2013, Falconí aseguró en una entrevista con “Perú 21” que en la década del 90 ganó la lotería. La anécdota la relató así: “Un día yo iba a la corte de justicia y al pagarle al taxista lo hice con 20 soles y me dio de vuelto puro sencillo. Era un problema y tenía que gastar el dinero porque si no me iba a malograr el bolsillo. Como era muy temprano, todas las tiendas estaban cerradas y vi entonces un letrero de la Tinka. Me acerqué y pedí cuatro tinkas pero yo no sabía que era un sorteo”.
“Yo recién me enteré ahí que tenía que escoger números. La persona que me los vendió me preguntó si yo quería marcar al azar. “Será pues”, le dije, y cuando regresé a casa mi esposa me preguntó por qué compraba rifas si nunca las verificaba. Le respondí que era por colaborar. Tiempo después llegué al mismo lugar a tomar una gaseosa, tenía el ticket, y cuando se lo mostré a la persona que atendía me dijo: ‘Usted ha ganado’. Yo le respondí: ‘¡Ah, sí!’, pero en realidad no sabía nada… En esa época el premio fue como de S/ 220 mil porque a mí me tocó el 50%”.
“Al llegar a casa le digo a mi esposa: ‘Dame un beso’, y me pregunta: ‘¿por qué?’. ‘Es que me he sacado la Tinka’, le dije. Yo no sabía nada, pero mi cuñado, que sí era un ludópata y hacía sus claves y registros, afirmó que era cierto. Fue gracioso, a partir de ese día me arruiné […] porque soy bastante conocido en Arequipa y todo el mundo, desde entonces, tenía cáncer, estaba pobre, tenía deudas. No me dejaban entrar a mi casa ni al estudio. Ahí todo se arruinó porque todos los días y durante muchos meses todo el mundo pedía colaboración”.
En la misma entrevista, el abogado aseguró que derrotó a Julio Granda en una partida de ajedrez oficial, “siendo [Granda] ya campeón mundial”.
—Labor en la JNJ—
Falconí y los otros seis miembros titulares de la JNJ (Aldo Vásquez Ríos, Henry Ávila Herrera, Luz Inés Tello, María Zavala Valladares, Imelda Julia Tumialán y Antonio Humberto de la Haza) tendrán hasta 18 meses para revisar los nombramientos, ratificaciones, evaluaciones y procedimientos disciplinarios contra jueces y fiscales realizados por el desactivado CNM, en los casos con indicios de graves irregularidades, según señala la Ley 30904.
En opinión de Albán, la JNJ deberá trabajar sobre un cronograma “que ponga por delante la revisión de todas las acciones del CNM, pues hay situaciones que deben ser rectificadas”.