El “Pacto Perú” con las fuerzas políticas: Entre el discurso y la realidad | Análisis

Apelando a la unidad y el diálogo, el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció en su último mensaje a la Nación por Fiestas Patrias la construcción de un consenso con las agrupaciones políticas: lo que llamó el “Pacto Perú”.

De acuerdo con el discurso del mandatario, en el último Consejo de Estado, del 9 de julio, los representantes de los diferentes poderes del Estado acordaron realizar una “agenda para el bicentenario”, que vendría a estar enmarcada en el referido pacto.

“Una hoja de ruta que surja del diálogo no solo de quienes hoy venimos trabajando arduamente por dejar un país encaminado, sino también de los actores políticos que van a ser protagonistas en el próximo gobierno”, dijo el presidente Vizcarra.

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Para la realización de esta “hoja de ruta”, convocó a “todas las fuerzas políticas” e hizo hincapié en que su iniciativa –distante a significar algún tipo de intromisión en la campaña electoral– “tiene como objetivo generar un diálogo que vaya más allá de esta coyuntura de crisis. Sin embargo, el presidente Vizcarra no mencionó bajo qué espacio se suscribiría este “Pacto Perú” con las agrupaciones y alianzas políticas.

Según lo dicho por el mandatario, este pacto “debe ayudarnos a todos los peruanos a transitar este proceso de transición en paz, con acuerdos mínimos que den marco al debate necesario que se dará en la próxima campaña electoral”.

De lo contrario, añadió, se corre el riesgo de llegar al bicentenario “sumidos en desgastantes enfrentamientos y pugnas, que van a impedirnos afrontar la enorme agenda país que tenemos por delante”.

Para dar inicio al “Pacto Perú”, el presidente Vizcarra dijo que convocarán a representantes de cada uno de los partidos políticos para promover algunos acuerdos base. El mandatario presentó cinco ejes de políticas públicas:

1. Acuerdo para la construcción de un sistema unificado de salud que garantice la prestación universal de este servicio para los peruanos de manera eficiente, transparente e igualitaria.
2. Garantizar la calidad educativa eliminando la brecha entre educación urbana y rural con accesibilidad a educación virtual en todos los niveles para la educación pública y privada, con una adecuada regulación del Estado.
3. Promover el crecimiento económico sostenible y las inversiones y proponer políticas que mejoren la capacidad del Estado para detectar y desmantelar prácticas anticompetitivas. Necesitamos que la economía social de mercado beneficie a los ciudadanos y no solo a algunas empresas.
4. La continuidad de la Reforma política y del Sistema de administración de justicia. Para poder seguir avanzando en la democratización de nuestro país y en la lucha contra la corrupción.
5. Lucha contra la pobreza y pobreza extrema, que implica cerrar de una vez por todas brechas sociales históricas y avanzar en la construcción de un país más justo y equitativo.

El Comercio conversó con cuatro especialistas en temas electorales para analizar cuál es el impacto de este anuncio en medio de un proceso electoral convocado, y cuál es el rol que tendrían los partidos políticos en el “Pacto Perú” con miras a la campaña electoral.

El anuncio del “Pacto Perú” y las elecciones 2021

Jorge Jáuregui, especialista en derecho electoral, dijo que la realización de un “Pacto Perú” es un gesto político del presidente Vizcarra que, si bien plantea una agenda política, no basta con anunciarlo en un mensaje a la Nación: necesita una disposición presupuestal para que se concrete.

“En un mes debatimos el presupuesto del siguiente año. Ahí tiene que trasladarse esa idea. Si vamos a mejorar la salud, en qué se va a traducir. Como gesto es perfecto porque el Perú necesitaba eso. El punto es que para esto se requiere un esfuerzo mayor”, indicó.

Por su parte, José Tello, miembro del Instituto Peruano de Derecho Electoral (IPDE), opina que este anuncio “refresca” el Acuerdo Nacional. “Vizcarra ha permitido un acercamiento al Parlamento y está pidiendo un consenso con políticas del bicentenario. Me parece positivo”.

José Villalobos, presidente del IPDE, mencionó que la convocatoria de un “Pacto Perú” sería correcta “siempre y cuando implique nuevas políticas públicas de cara al bicentenario y que no interfiera [con el proceso electoral]”.

Villalobos cuestionó que “si ya existe una Acuerdo Nacional, ¿por qué se convoca a un ‘Pacto Perú‘”.

En este mismo sentido opinó Enith Pinedo, docente de políticas públicas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). Advirtió que, más allá de una convocatoria desde el Poder Ejecutivo, ya existen espacios que tienen el mismo objetivo que planteó el presidente Vizcarra.

“Estamos mal acostumbrados a hablar de hojas de ruta, pactos y no están articulados entre sí. El primero es el Acuerdo Nacional, no están todos los partidos, pero finalmente este es el espacio donde están los actores sociales también. El principal producto respecto de planes del Acuerdo Nacional es el Plan Bicentenario, pero Ceplan también está elaborando un plan estratégico. El poder ejecutivo debería articular con Ceplan porque es el principal organismo estratégico”, declaró.

Además, Pinedo mencionó que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), a través del Pacto Ético Electoral, tiene como uno de sus resultados la elaboración de planes de gobierno enmarcados en políticas nacionales promovidas por Ceplan.

“Si tuviera que escoger entre una convocatoria del Poder Ejecutivo y el JNE, tendríamos que analizar las características de cada ente convocante. Los cinco ejes del presidente ya están en el Plan Bicentenario. Es una dispersión de instrumentos”, enfatizó.

“Sería un poco raro que lo convoque el Poder Ejecutivo para que lo ejecute [el Plan Perú] un organismo electoral. Cuando ya marcas la pauta, los partidos van a tener que adherirse. Pero, ¿cómo queda el JNE?”, exclamó.

Por otro lado, para Jáuregui el anuncio del presidente es coherente porque no se trata de una interferencia en el proceso electoral, sino que los partidos políticos lleguen al acuerdo de una agenda política clara. Pero, sería conveniente trasladar esta propuesta a espacios institucionales, como el Acuerdo Nacional o el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan). “Lo malo sería que se cree una institucionalidad nueva”, alertó.

“La propuesta la veo impecable. Ha dicho que como país tenemos que apuntar a la unidad nacional en torno a cinco puntos. Corresponde que la otra semana cite a Max Hernández y proponga la agenda, y empiecen a trabajar. Así, el Congreso pierde espacio para proponer leyes inconstitucionales”, indicó Jáuregui.

Tello comentó que el presidente Vizcarra, al no referirse a alguna organización política o candidato, que son los dos factores que determinan un quebrantamiento de neutralidad, no la está afectando.

“Habla de políticas. Lo que pretende hacer como presidente de la República es marcar la agenda de lo que debería ser para después del bicentenario. Su discurso es diferente al del 2019 y 2018, porque está yendo a un aspecto propositivo”, comentó.

Sin embargo, Villalobos consideró que el Ejecutivo debe referirse lo menos posible la proceso electoral porque no es parte de su función fiscalizarlo, ni velar porque los partidos hagan una buena campaña.

“Los árbitros son los ciudadanos. Que el gobierno quiera marcarles la agenda o políticas, qué planes quieren plantear, podría entenderse como una interferencia”, manifestó.

Para Enith Pinedo, este anuncio no supondría una afectación al principio de neutralidad. “Veremos en los próximos días cómo esto se concreta”, dijo.

El Acuerdo Nacional es el conjunto de políticas de Estado elaboradas y aprobadas sobre la base del diálogo y del consenso “para definir un rumbo para el desarrollo sostenible del país y afirmar su gobernabilidad democrática”.

La suscripción del Acuerdo Nacional se llevó a cabo el 22 de julio de 2002. Además, participan en el foro el Gobierno, los partidos políticos que cuentan con representación en el Congreso de la República y organizaciones representativas de la sociedad civil a nivel nacional.

¿Los candidatos de las elecciones 2021 deberían centrarse en los cinco ejes propuestos?

Según Jáuregui, lo fundamental en democracia es generar consensos. El presidente tiene que lograr ahora el consenso de esos cinco puntos. Por eso, el Acuerdo Nacional es un espacio [para eso]”, dijo.

Así también lo consideró Villalobos, al resaltar que los partidos políticos representan las diversas posiciones políticas. “Creo que no le corresponde al Gobierno decir las políticas que en la campaña deben ser las banderas de los partidos”, opinó.

De acuerdo con José Tello, el presidente Vizcarra está marcando una agenda con el “Pacto Perú” y que debe comprometer a toda la clase política. “Ha evitado desgastarse en un tema de confrontación, lo llevó por un lado propositivo. Ha pretendido marcar la agenda política de los siguientes 5 años”, comentó.

Además, Enith Pinedo recordó que, de incumplirse este “Pacto Perú”, no podría ser sancionado porque solo se sanciona a los partidos que no presenten un plan de gobierno, “a menos que se emita alguna norma, pero dudo mucho”, dijo.

”Pacto Perú”, Acuerdo Nacional, Pacto ético electoral, ¿cuáles son las distancias?

Como sostuvo Jáuregui, el Acuerdo Nacional es un espacio en el cual se analizan qué políticas publicas se deben impulsar o mejorar, y por esta naturaleza la propuesta del presidente Vizcarra debería recaer en este espacio.

Por otro lado, el Pacto Ético Electoral es un acuerdo entre los candidatos para una correcta conducción del proceso electoral.

“El Pacto Ético Electoral fue promovido por el JNE con el Acuerdo Nacional, Transparencia e Idea Internacional. La idea era que las campañas sean limpias, informen, debatan propuestas. Lo que el presidente propone, entiendo, se circunscribe en el Acuerdo Nacional. Si se mete al ámbito electoral, incurre en infracción al principio de neutralidad”, dijo.

Villalobos resaltó que el presidente Vizcarra no ha precisado cuál va a ser el destino de este pacto. Pinedo, por su parte, dijo que no debe pensarse en instrumentos dispersos, sino en un sistema nacional de políticas públicas. “En el Acuerdo Nacional ya hay una consenso. Si bien el Plan Bicentenario del Ceplan vence el otro año, todavía le queda un año de vigencia. Cualquier instrumento debería alinearse a eso, sino qué sentido tiene el foro del Acuerdo Nacional”, comentó.

Del discurso a la acción

Enith Pinedo dijo que dependería de cómo lo piensan implementar para que el “Pacto Perú” pase del discurso a una acción concreta. “En Perú hay una visión legalista de los mandatos, uno podría pensar que lo primero es que esté expresado en una norma y haya una sanción”, comentó. Por ello, consideró que se debe fortalecer y formalizar los mecanismos de participación ciudadana para exigir el cumplimiento de este pacto.

Villalobos opinó, al igual que Pinedo, que el pacto debe convocar a todas las fuerzas políticas, pero también a los sectores de la sociedad. “Creo que más interesante sería que este pacto lo convoque el presidente elegido. Que él convoque a todas las fuerzas y se comprometan apoyar a una hoja de ruta en consenso. Eso sería mas democrático. Lo que se apruebe ahora no necesariamente lo van a cumplir”, comentó.

¿Qué deberían hacer las agrupaciones políticas a partir de este anuncio? Jorge Jáuregui dijo que, en principio, “deberían darse cuenta que el país esta cansado de estos conflictos. A los ciudadanos les interesa qué van a comer, como se va a llegar a fin de mes. Deberían darse cuenta que hay que pasar a un tema más trascendente”.

Tello indicó que deberían ser parte de una “posición seria” de encontrar este acuerdo como una propuesta viable de lo que pueden ser los siguientes 20 años y comprometerse.

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