Qikyu Sisa ha logrado alimentar, durante la cuarentena, a más de 300 mil personas en estado de vulnerabilidad. (Foto: Difusión)
Qikyu Sisa ha logrado alimentar, durante la cuarentena, a más de 300 mil personas en estado de vulnerabilidad. (Foto: Difusión)
Jorge Chávez Noriega

Flor que crece entre las grietas de las rocas. Ese es el significado de las palabras en quechua Qikyu Sisa, que dan nombre a una asociación cuyo objetivo es alimentar a niños, adultos mayores y personas con discapacidad, además de impartir talleres de arte y ofrecer atención en jornadas de salud. Durante la emergencia sanitaria producida por el , sus esfuerzos se han concentrado en llevar alimentos a comunidades de difícil acceso.

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“Qikyu Sisa nace por el sueño de Patricia Sánchez, mi madre, una mujer que, a pesar de haber vivido en pobreza extrema, nunca se rindió y trabajó para salir adelante sin dejar de ayudar. En principio, ella tuvo la idea de tener una casa refugio para que las personas que no tengan un hogar, encuentren un sitio donde pasar la noche y tener algo en el estómago antes de dormir, cosa que ella no tenia de pequeña”, nos cuenta Carlos Fernández, director de la ONG.

Qikyu Sisa ha logrado alimentar, durante la , a más de 300 mil personas en estado de vulnerabilidad, habiendo preparado 800 almuerzos diarios en los que atendieron a adultos mayores y personas con discapacidad. De esta manera, comunidades de Ventanilla, Ancón, Villa María del Triunfo, Callao, Chincha y Pisco se han visto beneficiadas con entrega de alimentos y platos de comida.

El Banco de Alimentos y diversas empresas privadas se han sumado a la labor de Qikyu Sisa. (Foto: Difusión)
El Banco de Alimentos y diversas empresas privadas se han sumado a la labor de Qikyu Sisa. (Foto: Difusión)

“Para nosotros ha sido una dinámica fuerte, que ha implicado trabajar desde las 4:30 am preparando desayunos y almuerzos para ofrecer en nuestro comedor y luego preparar los repartos para más de 5 mil personas, haciendo largos recorridos”, comenta Carlos. Y complementa: “Es complicado porque a diario somos testigos de muchos casos que, por lo fuertes y complejos que son, nos estrujan el corazón y la garganta; además que en ocasiones no contamos con nada más que nuestras ganas y la necesidad de seguir ayudando. La idea es que cada vez más podamos seguir juntando voluntades, tanto de particulares como de empresas, que nos apoyen para llegar cada más personas cada día”.

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Esta labor no se podría haber llevado a cabo sin el apoyo del Banco de Alimentos y de los voluntarios que forman parte de esta iniciativa solidaria. “Todos y cada uno de los que trabajamos en Qikyu Sisa somos voluntarios y hacemos lo que hacemos porque conocemos de primera mano lo que es pasar necesidades, es lo que nos impulsa a seguir, a buscar formas de llegar a más personas y de ponerle cada vez más fuerza a nuestra labor”.

El objetivo es que puedan continuar con su labor y seguir ayudando a quienes más lo necesitan, en medio de esta crisis sanitaria que nos sigue golpeando. “Queremos ayudar a cambiar la realidad y mostrar las oportunidades que pueden tener las personas más necesitadas, pues aún teniendo todo en contra, siempre se puede salir adelante. Queremos continuar con lo que hacemos y crear la casa refugio, el sueño de mi madre que dio vida a este proyecto.”, finaliza Carlos Fernández.

Aquellos que quieran sumarse esta noble labor pueden ponerse en contacto a través de su página en . Junto podemos salir de esta. //

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